lunes, 5 de agosto de 2019

Ejercicios para elongación del psoas


Para que una posición del cuerpo se convierta en asana es necesario integrar varios elementos, como el respeto por el cuerpo, la respiración y la atención mental.




Con la presencia de la respiración el cuerpo va encontrando el punto donde parar "parar con flexibilidad" ya que siempre están presentes los movimientos internos.




La respiración permite durante el tiempo de permanencia en la postura realizar micro-movimientos de ajuste. En cada inspiración se instala la energía centrífuga, de acción, que alarga, expande, genera espacios y en cada espiración surge la energía centrípeta, que vuelve al centro, conectando con el interior, aportando calma. 




La respiración es puente de unión entre el cuerpo y la mente. En asana, la respiración es clave fundamental en la búsqueda y encuentro del equilibrio, estar en asana requiere encontrar un estado de equilibrio entre la actividad, y la suavidad, entre la energía y la calma.



"El que se establece en una postura confortable mientras se concentra en su propio interior, se ve inmerso de forma natural en el océano de la dicha del corazón" Siva Sutras III,16



Entendemos el respeto por el cuerpo como la toma de conciencia de sus posibilidades

Iniciar la secuencia con la flexión de una rodilla, percibiendo el trabajo de las articulaciones responsables de la elongación, en especial la conexión de pierna y cadera sumado a la elongación del psoas (flexores de la cadera y el psoas)

La flexión y regreso al lugar se realiza de acuerdo a la elasticidad de cada uno, evitando movimientos bruscos. Mantener el tronco alineado y la columna derecha.

Los brazos pueden relajarse a los costados del cuerpo utilizando la fuerza de gravedad como contrapeso junto a la postura para el trabajo articular o con las manos en la cintura.




El tronco pasa a inclinarse sobre la pierna en flexión, sosteniendo el ángulo recto y se eleva alternativamente cada brazo (dentro y fuera) en apertura del tórax con alineación del brazo elevado con la línea del brazo de apoyo.






Se incrementa la movilidad de la articulación de cadera y pierna hasta descender y apoyar los codos al piso o sobre un apoyo, relajando las cervicales y el tronco. Queda trabajando la articulación de pierna y cadera así como la elongación de la pierna extendida.




Extendemos los brazos a ambos lados, uno debajo de la pierna en flexión mientras continúa el trabajo articular y muscular correspondiente.









Las manos pueden encontrarse con flexión de los brazos en la espalda para aproximarnos a la postura de Parivrtta Parsvakonasana, sintiendo la torsión y elevando el hombro para facilitar el encuentro de manos o de la muñeca.



Regresamos al centro con elevación del brazo en extensión y pasamos el apoyo al brazo contrario a la pierna en flexión. Buscamos la apertura toráxica con la torsión hacia dentro y tomarnos del pie de la pierna flexionada por detrás (como se ve en la imagen)








Como se observa en la variante avanzada realizamos un trabajo pasivo articular mientras elongamos psoas y trabajamos torsión y estiramiento muscular.





Como contrapostura la pierna flexionada pasa a extenderse para elongación de los músculos posteriores de la pierna llevando el peso del cuerpo a la rodilla de la pierna que aún no trabajó.



Con un giro sobre la rodilla de apoyo, iniciamos el mismo trabajo con el otro lateral




 Ejercitando la flexibilidad y fuerza