sábado, 11 de abril de 2020

Garudasana (la postura del águila) Equilibrio


"El “arte” en Yoga no es lo que haces, sino desarrollar tu percepción de lo que “recibes” al hacer eso que haces.
Recuerda que el arte de la ligereza forma parte de tu herencia biológica. Estamos diseñados para encajar nuestro peso en el aire y la tierra sin notarlo, para desplazarnos sin apenas darnos cuenta, lo mismo que respirar, lo mismo que digerir. No se trata de mejorar nuestra movilidad sino de reconocernos como el bloqueo que ponemos al paso de la naturaleza y liberarnos de ese papel. Se trata de dejar que tu cuerpo se ajuste en el instante y en los elementos: tierra, agua, aire, fuego, movimiento, armonía... Todos somos más excepciones que reglas a un cuerpo teórico y una columna vertebral de libro. Un ojo experto desde fuera te indicará todas estas acciones de una manera muchísimo más simple y eficaz para tu propio cuerpo" 

“Enseñar es aprender dos veces”

 Garudasana (la postura del águila)

Garuda es un pájaro mítico en las tradiciones budistas y el vehículo del dios Vishnu.
Se cree que es mágico, ya que puede volar sin tener que aterrizar y sin cansarse debido a su capacidad de deslizarse sobre el viento.

Para dominar esta postura también debes viajar en el viento, o en todo caso montar la energía de esta desafiante postura y superar la resistencia que se siente al doblar el cuerpo en direcciones opuestas sin dejar de ser equilibrada en una pierna.



En esta posición, como en la vida, cuando uno se resiste o se vuelve tensa, tiende a renunciar más fácilmente cuando los obstáculos se presentan. En eagle pose encontrar un sentido de estabilidad incluso cuando se enfrenta a algo que te lanza fuera del balance se aplica también a la vida cotidiana.

Estar cómodo en la Tierra antes de intentar volar




En toda postura de equilibrio, en toda postura de pie, la posición de los pies como la puesta de sí mismo sobre la tierra es de suma importancia. Si se piensa en sí mismo como un árbol y que las piernas y pies son sus raíces, esto nos sostiene en una correcta posición vertical.

Párese en Tadasana, con los pies separados con el ancho de cadera de distancia. Cierre los ojos y sea conciente de sus pies en conexión con la tierra. Las piernas energizadas e imaginando la presión contra la colchoneta o el suelo de los pies, como realizando ligeras huellas en la alfombra. Las rodillas no deben estar bloqueadas o rígidas y al igual que un árbol sacuda suavemente sus piernas como movidas por el viento.

Una vez que se siente conectado a la tierra iniciamos el equilibrio. Cambiar el peso en cada una de las piernas tomando conciencia suavemente del pasaje de uno a otro lateral, llevando la sensibilidad a los dedos de los pies y abriendo los brazos como si fuesen alas. Y como barriendo el aire con sus manos llevar en cruce un brazo sobre el otro ubicando los codos en la línea de los hombros.

Los codos a pesar de ser presionados juntos deben sentirse como si estuvieran tratando de separarse. Doble las rodillas ligeramente en actitud de silla, descargar el peso en la pierna derecha y elevar el pie izquierdo, cruzando muslos enganchando la parte superior del pie detrás de la pantorrilla inferior derecha.



Beneficios
Aunque la postura parece de cierre, en realidad abre el espacio entre los omóplatos, libera la tensión en la espalda superior y la apertura de la parte posterior de la caja torácica y el corazón. Estira y fortalece los tobillos y las muñecas, fortalece caderas, muslos y pantorrillas. Mejora el equilibrio, la concentración y el enfoque. Como un águila que posee un gran alcance, de la misma manera la postura desarrolla la confianza.






Garudasana, conocido míticamente como el "rey de las aves" y feroz ave de presa, era el vehículo del dios hindú Vishnu. Usualmente es traducido como Aguila o Halcón, pero la palabra Garuda literalmente significa "devorador", ya que Garuda se identifica con el fuego de los rayos del sol que todo lo consumen.


La visión del águila: Garuda simboliza la fuerza, el poder, la determinación, el servicio y la alineación perfecta con lo esencial en uno mismo, con nuestra semilla más profunda o lo divino, a fin de poder salvar a la humanidad. Al realizar esta postura se puede sentir y revivir el poder y la determinación y concentración que requiere su ejecución, centrándose en buscar el equilibrio y armonía no sólo para mejorar el propio bienestar,sino para ponerlo al servicio de los demás seres vivos. Al practicar esta postura con esa actitud, no solo se trabaja la fuerza y el foco de atencion, sino que se abre el corazon hacia el mundo.






La postura del águila es un asana de equilibrio que estira y relaja las articulaciones de brazos y piernas. Alivia la tensión de los hombros, flexibilizándolos, al abrir la parte superior de la espalda; estira y abre las caderas (sede de las emociones ligadas al chakra swadisthana) y muslos; fortalece los músculos de las piernas, tonifica nervios y articulaciones de rodillas y tobillos.






Es una de las mejores posturas para aliviar los calambres o reumatismo en las piernas, brazos y los dolores del nervio ciático. Además, ya que mantener el equilibrio requiere una gran concentración, ayuda a enfocar y a calmar la mente. Tiene un gran valor terapéutico para las personas que sufren de asma o de dolores lumbares. Se recomienda para prevenir los calambres de los músculos de las pantorrillas.




"Esta postura tan elíptica evoca la majestuosa presencia del águila.

En la mitológia Védica, Garuda es el rey de los pájaros y es enemigo de las serpientes. Su cuerpo es la mitad de un hermoso hombre con el pico y los talones de una ave rapaz. Asociado con los energetizantes rayos del Sol, Garuda es representado frecuentemente con el dios Hindú supremo Vishnu, el Preservador y su esposa Lakshmi montados en su espalda volando por todo el cielo.

Su padre era Kasyapa, uno de los siete grandes sabios llamados Rishis. Los Hindúes creían que él tenía el poder de curar a aquellos que sufrían mordeduras de serpientes. En un mito, se dice que Garuda se robó el agua de la vida, llamada Amrta. Garuda necesitaba el Amrta para rescatar a su madre Vinata, quién había sido esclavizada por su rival Kadru por medio de una trampa.

Kadru había pedido el elixir de inmortalidad como rescate. El agua de la vida era la ambrosía de los dioses y era cuidadosamente vigilada en el cielo de Indra. La tarea parecía imposible para él. Sin embargo, Garuda lo logró y se ganó la libertad de su madre. A Indra se le rompió su rayo durante la batalla."




Para realizarla partiremos de tadasana, la postura de la montaña. 
Inhala mientras levantas los brazos cruzados hacia adelante alejándolos de la cara, de manera que se estiren bien las escápulas y levante los codos hasta colocarlos a la altura de los hombros, las palmas enfrentadas. Cruza el brazo izquierdo sobre el derecho, de manera tal que tus codos queden uno arriba del otro. Flexiona los codos hacia el pecho y envuelve los antebrazos.
Traslada tu peso a la pierna derecha. (Exhale, doble las dos rodillas como su fuera a hacer la Postura de la Silla y lleve el peso hacia el pie derecho)
Cruza la pierna izquierda sobre la derecha debajo de la rodilla.
Traba el pie izquierdo detrás de la pantorrilla de la pierna derecha. Mantén el equilibrio mientras respiras y repite con el otro lado y verás los beneficios de esta postura tan fortalecedora.

                                                                Yogui Claux Diox
                                                               

(Extienda el coxis hacia el suelo y levante bien el abdomen y los costados hacia arriba
Mire fijamente a un punto en el suelo o en la pared de enfrente para mantener el equilibrio.
Mantener las rodillas y los codos en línea con la nariz. Intentar no echarse hacia delante.
Respirar y mantener la postura 5 ó 6 respiraciones.
Deshacer y repetir en el lado contrario.
Cuando haya terminado descanse unos instantes en la Postura de la Montaña).




                                       
                                                  Variante Garudasana en posición horizontal


Garudasana en Savasana

Realizada en Savasana, mantener los pies separados. Dese un abrazo colocando ambas manos sobre los hombros cruzando los codos derecho sobre izquierdo. Para mantener la energía de los brazos presione suavemente en los hombros con las manos. Repetir en el sentido opuesto.

Con las piernas realizar un giro similar permitiendo que ambas rodillas caigan hacia un lado. Esto abre la ingle y se extiende el muslo.

Recuerde mantener los glúteos en contracción y el abdomen sujeto para no vascular pelvis hacia atrás. Hasta lograr el cruce de las piernas y alinear al frente las caderas puede realizarse sostenido de una silla o una barra fija.

El cruce de piernas y brazos debe ser perfecto ya que es un sello o mudra para aumentar la circulación de prana através de los nadis.



Plano Físico:
Garudasana fortalece los cuádriceps, los tibiales y gemelos en menor grado. Estira los músculos redondos mayor y menor y tríceps. Anti stress de la parte superior (nuca, cuello y hombros)
Estimula fuertemente la cintura escapular y la flexión profunda de caderas (abre las caderas) y tobillos. Favorece el equilibrio en flexión y la circulación en la piernas.

Plano energético:
Mejora la circulación energética de muladhara anahata chakra. Mediante el cierre de mudras y mulabandha el prana encuentra la energía ascendente de apana, disuelve las semillas kármicas permitiendo la evolución interior. Es un asana que desarrolla la discriminación, el saber distinguir el bien del mal a través de la mirada aguda del águila.



Plano divino:
El desarrollo de la apertura del corazón hará que tu fortaleza interior se vea iluminada por la sabiduría del águila. Cuando la realices déjate guiar por ella. Mira más allá de las apariencias para encontrar la Verdad.






Contraindicaciones: Si existe lesión en las rodillas es mejor no realizar esta postura, o realizar solo la posición de los brazos.

Fortalece los músculos, tonifica los nervios y articulaciones de las rodillas y tobillos, flexibilizando los hombros y estirando la parte alta de la espalda. Ayuda a eliminar la ciática y reumatismo de piernas y brazos. desarrolla la coordinación y el equilibrio, mejorando la concentración. Se recomienda para prevenir calambres de los músculos de las pantorrillas

Variación dinámica:
Una vez lograda la postura de Garuda, firme sobre la pierna de apoyo, flexionar el cuerpo hacia adelante hasta apoyar el codo en la rodilla, descansar la base de la columna en inmovilidad. Reiniciar elevación del tronco hacia la postura inicial. Deshacer y descansar en la Postura de la Montaña.

Variante avanzada



Garuda mudra, el gesto del águila

El pájaro mítico Garuda puede volar hacia el sol. Es el águila que sirve de cabalgadura al dios Vishnu, señor de la respiración. También es la versión malaya del mito del ave Fénix, el que renace de las cenizas. Símbolo de profunda transformación solar invita a alcanzar altura para convocar la esencia del águila: un ojo que todo lo ve. Este mudra ayuda en el desarrollo de una fuerte orientación interna y externa, manifestando la capacidad de soportar el estrés y desarrollar fuertes habilidades de supervivencia. En su intrínseca relación con el aire, calma el viento interior (fluctuaciones anímicas) y exterior (percepción del mundo) Activa el flujo sanguíneo y la circulación, tonifica los órganos y balancea la energía en ambos lados del cuerpo. Alivia dolores menstruales y del vientre en general. Poderoso para todas las enfermedades respiratorias.



En la exhalación plegar los dedos hacia adentro, hacia las palmas de las manos, haciendo puños y sellando el mudra. En la inhalación, los dedos se propulsan hacia afuera tan amplio como se pueda. Para la práctica, las mujeres ponen la mano izquierda sobre la derecha, los hombres colocan la mano derecha sobre la izquierda, cruzando los pulgares, dejando que los dedos se abran en abanico como alas.





Coloca el mudra en tu bajo vientre con los dedos apuntando hacia abajo durante 10 respiraciones, después mueve el mudra hasta el ombligo durante 10 respiraciones. A continuación gira los dedos hacia arriba y coloca el mudra sobre tu corazón durante 10 respiraciones y levanta finalmente el mudra hasta el esternón con los dedos extendidos hacia arriba y hacia afuera, hacia las clavículas para otras 10 respiraciones. Finalmente separa las manos y los dedos hacia afuera, hacia los hombros y luego suelta los brazos hasta girar las palmas hacia arriba. Descansa las manos en tu regazo para sentir el efecto inmediato de su práctica.




2 comentarios:

Unknown dijo...

Hermoso! Muchas gracias!

Yôga Celeste Paine Guerrieri dijo...

Excelente trabajo. Muchas gracias!