martes, 9 de octubre de 2018

Sthiram sukham asanam [Sutras Patanjali II 46/47/48]

En nuestra práctica es importante la forma de abordar y mantener la postura.

Patanjali en Yoga Sûtra indica “Sthiram sukham âsanam” 
donde hace hincapié en la importancia del equilibrio binomio:

sthiram: estabilidad / firmeza y sukham: estado confortable”.

Al estudiar detenidamente cualquier postura, tenemos que averiguar  qué necesita estabilizarse y abrirse para que se realice según lo que Patanjali denominaba sthira sukham (estabilidad, calma y facilidad en la postura).

Partiendo de la base de que los ásanas deben ir de más sencillos a más complejos para que sean accesibles y efectivos, los organizamos para que se sucedan de manera que los experimentemos de la forma más profunda posible dentro de nuestra práctica, teniendo en cuenta las tensiones que se crean en los ásanas y encontrando formas para eliminarlas, lo que llamamos pratikriyasana o contraposturas





A pesar de que en occidente la palabra Yoga se asocie inmediatamente con la práctica de posturas físicas, Patanjali en su texto se refiere muy poco a âsana, justo en tres sutras del segundo capítulo. Esto debería de hacernos reflexionar sobre el exceso de valor que tendemos a dar al aspecto físico en nuestras sesiones de yoga, en detrimento de otras técnicas mas sutiles y poderosas. Pero sobre todo es interesante leer a fondo el significado de esos sutras, para remarcar otra vez como âsana no signifique una postura determinada, y menos aún una de esas posturas semi-acrobáticas que solemos ver en las portadas de ciertas revistas, sino un estado de conciencia que envuelve cuerpo, respiración y mente. Es bajo la luz de ese significado que vive el yoga terapéutico, poniendo en practica cada ajuste, adaptación y variación pueda permitir al paciente encontrar un estado “estable y cómodo”.

Sutra II.46
Sthirasukhamâsanam

STHIRA – estabilidad, presencia, firmeza
SUKHAM – bienestar, confort, comodidad, alegría, dulzura
Su – bueno
Kham – espacio
ÂSANAM – as – estar asentado, ser

Âsana es algo que tiene las cualidades de estabilidad y comodidad.
Según el maestro Krishnamacharya, en âsana Sthira-sukham tiene que estar presente en tres niveles:

CUERPO (Kâya)

Sthira representa la falta de agitación en los miembros (angamejayatva).

Cuando haciendo âsana me tiembla el cuerpo es porqué hay esfuerzo, no he respetado mis limites, no he adaptado la postura, así que el cuerpo empieza a tener sacudidas, no es estable. A veces ocurre a principiantes o personas con poco tono muscular: eso nos indica que esa postura no es conveniente en este momento, que necesitará de una mayor preparación o de medios reguladores (doblar las piernas, colocar un cojín, modificar los brazos,…). Entonces Sthira es saber regular la intensidad a cada alumno para permitirle encontrar estabilidad.


Sukham añade el concepto de que no haya molestias o dolor en ningún momento. Cada uno tiene un umbral de dolor diferente, ese punto en que la intensidad se transforma en tensión, en contracción. Superar ese limite es ir en dirección contraria al estiramiento, es limitarlo en vez de favorecerlo. Nunca hay que superar ese umbral.

RESPIRACIÓN (Prâna)

Sthira nos indica una respiración regular, ininterrumpida y estable.
Sukham nos pide una respiración calmada, silenciosa, interna, aunque se utilize el ujjâyi.

En los alumnos la respiración me dará la pauta de cómo se encuentran. A veces un suspiro puede indicar un sobreesfuerzo, o una respiración superficial y acortada puede decir que su estado interno está agitado.

Krishnamacharya decía que además la misma Inspiración tenía que tener una cualidad sthira (alerta y vigilancia) y la Espiración una cualidad sukham (abandono y comodidad), evidenciando la necesidad de una absoluta y continuada presencia respiratoria.

MENTE (Mânasika) 

Sthira es falta de distracción, concentración, alerta. El hecho mismo estar observando el cuerpo para no hacer un exceso de esfuerzo y para coordinar la respiración con el movimiento sin que esta se altere, requiere una mente alerta y observadora en cada momento.

Sukham añade una cualidad de ternura a esa observación: evito criticarme, juzgarme, evito compararme con los demás, con lo que hice el día anterior, con lo que deseaba hacer hoy. Suelto las expectativas y vivo el momento presente.

Âsana necesita de todas estas condiciones para que se pueda llamar así.
Un gesto tan sencillo como levantar y bajar los brazos será un âsana si cumple con estas cualidades. Esto nos confirma que cualquiera puede practicar âsanas, independientemente del estado de salud y de la edad, ya que lo importante es llevar una estado al cuerpo, a la mente y a la respiración.

SUTRA II.47

Prayatnasaithilyânantasamâpattibhyâm

PRAYATNA - correcto esfuerzo
SAITHILYA - libre, suelto
Un correcto esfuerzo, libre y suelto nos permite reconocer que estamos en âsana.
ANANTA - sin fin, ilimitado
SAMAPATTI BHYÂM - objetivo, meditación

A través de la concentración en la respiración que es la entidad sin limites sobre la que la mente se puede concentrar con facilidad.

La primera parte del sutra nos avisa que siempre que practico âsana-s hay resistencias. Y puedo reconocer tres tipos de tensiones: en el cuerpo (me duele, me tira, estoy duro…), en la respiración  (se agita, se acorta, se interrumpe, no llega…), y en la mente (pienso en otra cosa, un sonido me distrae, no puedo mantener la observación mas que un instante en lo que quiero…).

El esfuerzo apropiado es el que nos permite liberar esas tensiones haciendolas sostenibles, y se consigue tan solo adaptando las posturas a mis posibilidades, según una progresión atenta y respetuosa en el tiempo. Y aún con eso, a veces, habrá cosas que no conseguiré nunca hacer: por mi edad, por mi rigidez articular, por una lesión que tuve hace años, etc.

Así que el “justo esfuerzo” nos lleva al medio de regulación como clave fundamental para el estado de yoga en el trabajo físico.
La segunda parte del sutra nos habla de la cualidad ilimitada que os permite reconocer que estamos en âsana. Krishnamacharya decía que esa era la respiración.
Efectivamente una persona puede ser atlética, en plena forma física, pero a la hora de hacer âsana su respiración, a pesar de flexibilidad y de la capacidad pulmonar, quizá nos indique que no está en un estado de yoga. El cuerpo puede parecer perfecto, pero la respiración puede estar tensa, forzada, superficial o irregular.
Ananta es la serpiente sobre la cual descansa el dios Visnu. Visnu se ocupa de la conservación de la vida, y está descansando. Así que la serpiente tiene que ser un colchón cómodo y confortable, pero al mismo tiempo debe mantener la justa tensión para que el planeta Tierra, que está encima de sus mil cabezas, no tiemble. Ananta representa entonces las cualidades de estabilidad y comodidad.

La respiración es la guía mas cierta de si estamos en âsana.

SUTRA II.48
Tatodvandvânabhighâtah

TATAH – entonces
DVANDVA – extremos, opuestos
ANABHIGHÂTAH – no estar afectado por

Como consecuencia de una buena práctica de âsana el yogi no está condicionado por los extremos.
Hay dos cualidades opuestas en todo, asociadas a los gunas rajas y tamas: la belleza y la fealdad, el frío y el calor, el día y la noche, la alegría y el dolor.
La vida se manifiesta a través de esta dualidad positivo-negativo, bueno-malo, me gusta-no me gusta.
Pero existe también la cualidad del guna sattva, que es la cualidad luminosa de la conciencia, la cualidad que buscamos a través del Yoga.

Siempre que hacemos una correcta práctica de âsana conseguimos un estado sattvico del cuerpo, de la respiración y de la mente. Quiere decir que sentiremos el cuerpo relajado y flexible, la mente estará clara, y podremos enfrentar las tareas diarias desde un centro que nos permite responder a las exigencias de la vida sin esfuerzos ni resistencias.
Si terminamos una sesión agitados o al contrario decaídos, es que no era la práctica correcta o no hemos sabido adaptarla a las necesidades del momento.

Si realizamos âsana desde las cualidades de Sthira-sukham, los extremos no nos afectarán, nos sentiremos estables en nuestro centro.
Normalmente el éxito nos excita y el fracaso nos deprime. Pasa algo positivo y nos agitamos tanto que luego metemos la pata y en consecuencia nos deprimimos y nos sentimos culpables. Vivimos en una especie de balanza que sube y baja y no conseguimos estar en equilibrio.

Patanjali nos dice que la práctica correcta de âsana nos permitirá encontrar ese equilibrio, ese centro. Podremos empezar a dialogar con lo que nos gusta y lo que nos desagrada dandole otro significado e integrando las experiencias como simple fuente de aprendizaje.



del blog PranamanasYoga
Yoga terapeutico



"Revisando las notas de las clases de los Yoga Sutras con mi gurú, hallé una interpretación muy interesante del sutra, Prayatnasaithilya anantasamápattibhyám. La palabra prayatna, de uso muy común en la India, significa básicamente “esfuerzo”. Saithilya indica “suavidad”. Por lo que Prayatnasaithilya podría significar “esfuerzo suave”; por lo tanto encontrarás que muchos escritores de los Yoga Sutras declaran que el modo de alcanzar la perfección en una postura de yoga es “adentrarse en la postura sin esfuerzo”. Esto es más fácil decirlo que hacerlo. Hay cientos de practicantes que no pueden relajarse lo suficiente para conseguir mantener fácilmente una postura como el loto, por ejemplo. Tenemos que investigar sobre el significado que se le daba en los darsanakaras al término prayatna en esos tiempos. Prayatna, según Nyaya, filosofía hermana del yoga, es un poco complicado. Nyaya explica que prayatna es de tres tipos diferentes (prayatna trividha prokta). Dos de ellos son esfuerzos para conseguir la felicidad (pravatti) y evitar la infelicidad (nivatti). Todos los seres hacen este esfuerzo constantemente. Una serie de nuestros esfuerzos se dirigen hacía la consecución de la felicidad y otra hacía la erradicación de la infelicidad.

Pero el tercer tipo de esfuerzo relevante aquí, es el esfuerzo por vivir (javanaprayatna). ¿cuál es el esfuerzo por vivir? Es respirar o la respiración. De manera que podemos decir que prayatna-saithilya es hacer la respiración suave. Por lo tanto, durante la práctica de asana según el Vinyasa Krama, la respiración debe ser suave, y por lo tanto prolongada (dirgha).




La segunda mitad del sutra se refiere a samapatti o concentración mental. ¿en qué o dónde nos debemos concentrar? En ananta (ananta-samapatti). Ahora tenemos que investigar el significado contextual de la palabra ananta, que se traduce como “infinitud” o “ilimitado”, que muchos escritores equiparan con infinito. Por lo que algunas escuelas suelen decir que mientras se practica asanas, debemos estar concentrados en el infinito, lo que es inapropiado e imposible, al menos para la gran mayoría de los yoguis.

Ananta también se refiere a la serpiente, Adisesa, se le considera encarnación de Patanjali. Algunas escuelas sugieren que hay que concentrarse en una imagen mental de Adisesa o de Patanjali. Puede ser posible, pero es incómodo pensar que Patanjali sugiriera que nos tenemos que concentrar en él para dominar la práctica de asana. De manera ¿qué debe significar la simbología de ananta? La palabra ananta puede ser considerada como una derivación de la raíz “ana”- respirar (ana svase).

Estamos familiarizados con el grupo de palabras –prana, apana, vyana, etc. Los nombre de los cinco pranas que derivan de la raíz “ana”. Por lo que en el sutra, ananta podría significar “respirar”; y así ananta-samapatti se puede traducir como “concentrarse en la respiración”. De hecho a Ananta, o la reina de las serpientes, se le asocia con el aire. En la mitología la cobra es asociada con el aire, la creencia mitológica es que las cobras viven en el aire. Si ves la imagen de Nataraja (Siva bailando), puedes ver los cinco elementos del universo (tierra, agua, aire, fuego y espacio) representados simbólicamente en Siva. El pelo rojo despeinado representa al fuego; el Ganges en sus mechones como el agua; el elemento aire representado por la serpiente alrededor del cuello. De manera que ananta-samapatti significaría centrar la atención en la respiración o prana.


Por lo que este sutra significa que mientras practicamos asana, debemos hacer suaves inhalaciones y exhalaciones, manteniendo la atención en la respiración.  

Como Yoga Vinyasa Krama implica diferentes movimientos estéticos para entrar como para permanecer en las posturas, para conseguir la coordinación entre los movimientos, la respiración y la mente, debemos sincronizar la respiración con el movimiento ayudándonos de la concentración mental. Con esta práctica, lenta pero segura, tendrá lugar la unión entre cuerpo y mente, con la respiración actuando como arnés.


¿Pero porqué esto no se menciona en otros textos? Hay un dicho “Anuktam anyato grahyam”. Si algunos detalles no se encuentran en un texto, entonces se deben recopilar de textos complementarios. El Hatha Yoga Pradipika explica un cierto número de asanas pero no menciona la respiración sincronizada y otros parámetros básicos. Pero también proclama que sus instrucciones son como prerrequisitos para la práctica del Raja Yoga de Patanjali. Por lo tanto estos son dos textos compatibles. Y así podemos concluir que Patanjali da los parámetros básicos para la práctica de asanas (y también para otros angas como el Pranayama), pero para tener más detalles tenemos que referirnos a textos compatibles como el Hatha Yoga Pradipika, Yoga Yajñavalkya y otros."
Srivatsa Ramaswami

extracto de la pagina Vinyasa Yoga

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