La clave para proteger sus muñecas es un núcleo fuerte. La
medicina basada en la evidencia demuestra que un núcleo fuerte puede
aumentar la eficiencia de los músculos del manguito rotador, lo que
estabiliza los hombros y disminuye la carga que se transfiere a las
muñecas.
Imagínese la ubicua secuencia de perros Down-Chaturanga-Up Dog-Down. Cada vez que lo repites, tus muñecas soportan peso por todas partes. Con el tiempo y sin el apoyo adecuado del núcleo y los hombros, esto puede provocar lesiones.
Con estas asanas fortalece su núcleo, el manguito rotador y los músculos de la muñeca:
Ananda Balasana
Acuéstese de espaldas con la cabeza a aproximadamente un pie de la pared, con los pies hacia el centro de la habitación. Levanta
los brazos por encima de la cabeza con los codos doblados y coloca las
palmas contra la pared, con los dedos apuntando hacia abajo. Flexione las caderas y las rodillas a 90 grados en posición de mesa invertida. En una exhalación, use los abdominales para enderezar la rodilla derecha y baje el pie derecho hacia el piso. Levante el pie y repita en el lado izquierdo.
Hacer 10 rondas.
Setu Bandha Sarvangasana, variación
Fortalece tus músculos glúteos mientras energizas tu núcleo con esta suave flexión hacia atrás.
Comience
de espaldas con los pies ligeramente más anchos que sus caderas y
aproximadamente a 4-6 pulgadas de distancia de sus nalgas. Deja que tus brazos descansen en el suelo, con las palmas hacia abajo. Presiona tus manos y pies en el piso. Intenta suavemente arrastrar los pies separados sin movimiento. Mantenga las rodillas sobre los talones, active el glúteo máximo, presione los pies y exhale para levantar las caderas. Inhale para bajar las caderas y volver al piso. Comience con 2 o 3 series de 10 repeticiones y, finalmente, aumente hasta 20 repeticiones en cada serie. Descansa entre cada conjunto.
Medio Chaturanga o tabla del antebrazo
Comienza a recostarte con los antebrazos en el suelo, los codos debajo de los hombros. Levanta todo el cuerpo para que forme una línea recta desde la cabeza hasta los talones. Intente
arrastrar sus antebrazos hacia sus pies sin movimiento, mientras
contrae ligeramente su glúteo máximo para mover su coxis hacia sus
talones. Continúa respirando a tu ritmo de descanso y mantén presionado durante 10 segundos. Exhale para bajar. Repita 2-3 veces.
Brazos en Gomukhasana
Use este estiramiento para despertar los manguitos rotadores.
PARTE I: levante el brazo derecho y doble el codo para que las puntas de los dedos apunten hacia abajo en la espalda. Alcance su brazo izquierdo detrás de su espalda con las puntas de los dedos apuntando hacia arriba. Use un cinturón para salvar la distancia entre las manos. Concéntrese en un brazo a la vez. Presione los nudillos de la mano derecha contra la espalda, utilizando menos del 20 por ciento de esfuerzo. Sostenga de 8 a 10 segundos. Luego, jale suavemente el cinturón hacia abajo con la mano izquierda para profundizar el estiramiento en el hombro derecho. Mantener durante 30 segundos. Cambia de lado y repite con el codo izquierdo apuntando hacia arriba.
PARTE II: Cambia los brazos nuevamente, con la derecha arriba, pero esta vez enfócate en tu brazo izquierdo. Tire suavemente de la correa con la mano derecha para dibujar la izquierda
Brazos de garudasana
Este
estiramiento mejora la fuerza y la flexibilidad de sus manguitos
rotadores mediante el uso de contracciones excéntricas, que aumentan
suavemente la tensión a medida que los músculos se alargan.
Siéntate o párate. Cruza tu brazo derecho debajo de tu izquierda y envuelve tus antebrazos uno alrededor del otro. Levante
gradualmente los codos a la altura de los hombros y arrastre el brazo
izquierdo hacia el lado derecho para mejorar el estiramiento. Presione suavemente el codo izquierdo hacia la derecha. Use menos del 20 por ciento de esfuerzo y mantenga durante 8-10 segundos.
Luego, vuelva a colocar los codos a la altura de los hombros y vuelva a colocar los brazos en el centro. Mantener durante 20 segundos, antes de volver a empezar en el otro lado.
Repita para 3 rondas.
NOTA: Si tiene una lesión o una afección crónica en el hombro, consulte a su médico antes de intentar Garudasana.
Virabhadrasana II
Usa Warrior II para crear estabilidad en tus hombros.
Desde Tadasana (postura de montaña), camine los pies a una distancia de tres a cuatro pies. Gire
su pie derecho 90 grados y coloque su otro pie en paralelo con la parte
posterior de la colchoneta, luego gire los dedos del pie izquierdo
ligeramente. Alinee su talón derecho con su arco izquierdo. Gire el muslo derecho hacia afuera y doble la rodilla derecha hasta que quede sobre el tobillo derecho. Presione hacia abajo a través de la pierna izquierda y el talón exterior izquierdo. Levante los brazos hasta la altura de los hombros y extienda los dedos extendidos con las palmas hacia arriba. Dibuje los omóplatos hacia la línea media y hacia abajo de la espalda. Mueve los hombros hacia atrás. Gira las palmas hacia abajo. Mantener durante aproximadamente un minuto antes de cambiar de lado.
Estabilice sus muñecas: la postura del niño
Conectar los manguitos rotadores con las muñecas en esta postura fortalece las muñecas en sí.
Entra en la postura del niño con las rodillas al ancho de las caderas separadas o juntas; apoye sus huesos sentados sobre sus talones y extienda sus brazos en el piso frente a usted, con las palmas hacia abajo. Gire los hombros y deslice los omóplatos por la espalda para enganchar los manguitos rotadores. Mantenga sus muñecas rectas, no se desvíe hacia el lado del dedo meñique. Presione suavemente los montículos en la base de sus dedos en la colchoneta. Tenga en cuenta que sus muñecas se levantan ligeramente. Esto alinea los huesos del carpo con el radio y el cúbito. Mantenga la elevación durante la espiración y relájese con la inhalación. Puede
agregar una presión muy suave con las yemas de los dedos y una acción
de agarre leve con los pulgares, dirigida hacia los dedos pequeños para
estabilizar aún más las muñecas. Mantener durante 5 respiraciones. Inhala
para sentarte y estirar la muñeca derecha para extenderla, sosteniendo
la palma de la mano y tirando suavemente los dedos hacia la muñeca con
la otra mano. Sostenga por 30 segundos y luego estire la muñeca izquierda por 30 segundos.
Integrar todas las acciones en la postura del perro boca abajo
Adho Mukha Svanasana
Desde
la postura del niño, presiona los montículos en las bases de tus dedos
en la colchoneta para estabilizar y levantar ligeramente las muñecas. Gire los hombros hacia afuera y deslice los omóplatos por la espalda. Inhala para levantar tus caderas. En
una exhalación, hunda los talones hacia el suelo y sienta que los
músculos de su abdomen se enganchan al acercar su barriga hacia la
columna vertebral. Contrae tus cuadriceps para enderezar tus rodillas. Finalmente,
intente levantar la parte superior de sus pies hacia sus espinillas,
empuje su cuerpo hacia atrás, hacia los talones, y estabilice aún más su
núcleo.
Traduccion del articulo de Yoga Journal "8 posturas de yoga para fortalecer sus muñecas"
YOGA: la melodía y el aroma de lo vivencial, aprendiendo siempre como la primera vez...
viernes, 19 de octubre de 2018
martes, 9 de octubre de 2018
Sthiram sukham asanam [Sutras Patanjali II 46/47/48]
En nuestra práctica es importante la forma de abordar y mantener la postura.
Patanjali en Yoga Sûtra indica “Sthiram sukham âsanam”
donde hace hincapié en la importancia del equilibrio binomio:
“sthiram: estabilidad / firmeza y sukham: estado confortable”.
Al estudiar detenidamente cualquier postura, tenemos que averiguar qué necesita estabilizarse y abrirse para que se realice según lo que Patanjali denominaba sthira sukham (estabilidad, calma y facilidad en la postura).
Partiendo de la base de que los ásanas deben ir de más sencillos a más complejos para que sean accesibles y efectivos, los organizamos para que se sucedan de manera que los experimentemos de la forma más profunda posible dentro de nuestra práctica, teniendo en cuenta las tensiones que se crean en los ásanas y encontrando formas para eliminarlas, lo que llamamos pratikriyasana o contraposturas
A pesar de que en occidente la palabra Yoga se asocie inmediatamente con la práctica de posturas físicas, Patanjali en su texto se refiere muy poco a âsana, justo en tres sutras del segundo capítulo. Esto debería de hacernos reflexionar sobre el exceso de valor que tendemos a dar al aspecto físico en nuestras sesiones de yoga, en detrimento de otras técnicas mas sutiles y poderosas. Pero sobre todo es interesante leer a fondo el significado de esos sutras, para remarcar otra vez como âsana no signifique una postura determinada, y menos aún una de esas posturas semi-acrobáticas que solemos ver en las portadas de ciertas revistas, sino un estado de conciencia que envuelve cuerpo, respiración y mente. Es bajo la luz de ese significado que vive el yoga terapéutico, poniendo en practica cada ajuste, adaptación y variación pueda permitir al paciente encontrar un estado “estable y cómodo”.
Sutra II.46
Sthirasukhamâsanam
STHIRA – estabilidad, presencia, firmeza
SUKHAM – bienestar, confort, comodidad, alegría, dulzura
Su – bueno
Kham – espacio
ÂSANAM – as – estar asentado, ser
Âsana es algo que tiene las cualidades de estabilidad y comodidad.
Según el maestro Krishnamacharya, en âsana Sthira-sukham tiene que estar presente en tres niveles:
CUERPO (Kâya)
Sthira representa la falta de agitación en los miembros (angamejayatva).
Cuando haciendo âsana me tiembla el cuerpo es porqué hay esfuerzo, no he respetado mis limites, no he adaptado la postura, así que el cuerpo empieza a tener sacudidas, no es estable. A veces ocurre a principiantes o personas con poco tono muscular: eso nos indica que esa postura no es conveniente en este momento, que necesitará de una mayor preparación o de medios reguladores (doblar las piernas, colocar un cojín, modificar los brazos,…). Entonces Sthira es saber regular la intensidad a cada alumno para permitirle encontrar estabilidad.
Sukham añade el concepto de que no haya molestias o dolor en ningún momento. Cada uno tiene un umbral de dolor diferente, ese punto en que la intensidad se transforma en tensión, en contracción. Superar ese limite es ir en dirección contraria al estiramiento, es limitarlo en vez de favorecerlo. Nunca hay que superar ese umbral.
RESPIRACIÓN (Prâna)
Sthira nos indica una respiración regular, ininterrumpida y estable.
Sukham nos pide una respiración calmada, silenciosa, interna, aunque se utilize el ujjâyi.
En los alumnos la respiración me dará la pauta de cómo se encuentran. A veces un suspiro puede indicar un sobreesfuerzo, o una respiración superficial y acortada puede decir que su estado interno está agitado.
Krishnamacharya decía que además la misma Inspiración tenía que tener una cualidad sthira (alerta y vigilancia) y la Espiración una cualidad sukham (abandono y comodidad), evidenciando la necesidad de una absoluta y continuada presencia respiratoria.
MENTE (Mânasika)
Sthira es falta de distracción, concentración, alerta. El hecho mismo estar observando el cuerpo para no hacer un exceso de esfuerzo y para coordinar la respiración con el movimiento sin que esta se altere, requiere una mente alerta y observadora en cada momento.
Sukham añade una cualidad de ternura a esa observación: evito criticarme, juzgarme, evito compararme con los demás, con lo que hice el día anterior, con lo que deseaba hacer hoy. Suelto las expectativas y vivo el momento presente.
Âsana necesita de todas estas condiciones para que se pueda llamar así.
Un gesto tan sencillo como levantar y bajar los brazos será un âsana si cumple con estas cualidades. Esto nos confirma que cualquiera puede practicar âsanas, independientemente del estado de salud y de la edad, ya que lo importante es llevar una estado al cuerpo, a la mente y a la respiración.
SUTRA II.47
Prayatnasaithilyânantasamâpattibhyâm
PRAYATNA - correcto esfuerzo
SAITHILYA - libre, suelto
Un correcto esfuerzo, libre y suelto nos permite reconocer que estamos en âsana.
ANANTA - sin fin, ilimitado
SAMAPATTI BHYÂM - objetivo, meditación
A través de la concentración en la respiración que es la entidad sin limites sobre la que la mente se puede concentrar con facilidad.
La primera parte del sutra nos avisa que siempre que practico âsana-s hay resistencias. Y puedo reconocer tres tipos de tensiones: en el cuerpo (me duele, me tira, estoy duro…), en la respiración (se agita, se acorta, se interrumpe, no llega…), y en la mente (pienso en otra cosa, un sonido me distrae, no puedo mantener la observación mas que un instante en lo que quiero…).
El esfuerzo apropiado es el que nos permite liberar esas tensiones haciendolas sostenibles, y se consigue tan solo adaptando las posturas a mis posibilidades, según una progresión atenta y respetuosa en el tiempo. Y aún con eso, a veces, habrá cosas que no conseguiré nunca hacer: por mi edad, por mi rigidez articular, por una lesión que tuve hace años, etc.
Así que el “justo esfuerzo” nos lleva al medio de regulación como clave fundamental para el estado de yoga en el trabajo físico.
La segunda parte del sutra nos habla de la cualidad ilimitada que os permite reconocer que estamos en âsana. Krishnamacharya decía que esa era la respiración.
Efectivamente una persona puede ser atlética, en plena forma física, pero a la hora de hacer âsana su respiración, a pesar de flexibilidad y de la capacidad pulmonar, quizá nos indique que no está en un estado de yoga. El cuerpo puede parecer perfecto, pero la respiración puede estar tensa, forzada, superficial o irregular.
Ananta es la serpiente sobre la cual descansa el dios Visnu. Visnu se ocupa de la conservación de la vida, y está descansando. Así que la serpiente tiene que ser un colchón cómodo y confortable, pero al mismo tiempo debe mantener la justa tensión para que el planeta Tierra, que está encima de sus mil cabezas, no tiemble. Ananta representa entonces las cualidades de estabilidad y comodidad.
La respiración es la guía mas cierta de si estamos en âsana.
SUTRA II.48
Tatodvandvânabhighâtah
TATAH – entonces
DVANDVA – extremos, opuestos
ANABHIGHÂTAH – no estar afectado por
Como consecuencia de una buena práctica de âsana el yogi no está condicionado por los extremos.
Hay dos cualidades opuestas en todo, asociadas a los gunas rajas y tamas: la belleza y la fealdad, el frío y el calor, el día y la noche, la alegría y el dolor.
La vida se manifiesta a través de esta dualidad positivo-negativo, bueno-malo, me gusta-no me gusta.
Pero existe también la cualidad del guna sattva, que es la cualidad luminosa de la conciencia, la cualidad que buscamos a través del Yoga.
Siempre que hacemos una correcta práctica de âsana conseguimos un estado sattvico del cuerpo, de la respiración y de la mente. Quiere decir que sentiremos el cuerpo relajado y flexible, la mente estará clara, y podremos enfrentar las tareas diarias desde un centro que nos permite responder a las exigencias de la vida sin esfuerzos ni resistencias.
Si terminamos una sesión agitados o al contrario decaídos, es que no era la práctica correcta o no hemos sabido adaptarla a las necesidades del momento.
Si realizamos âsana desde las cualidades de Sthira-sukham, los extremos no nos afectarán, nos sentiremos estables en nuestro centro.
Normalmente el éxito nos excita y el fracaso nos deprime. Pasa algo positivo y nos agitamos tanto que luego metemos la pata y en consecuencia nos deprimimos y nos sentimos culpables. Vivimos en una especie de balanza que sube y baja y no conseguimos estar en equilibrio.
Patanjali nos dice que la práctica correcta de âsana nos permitirá encontrar ese equilibrio, ese centro. Podremos empezar a dialogar con lo que nos gusta y lo que nos desagrada dandole otro significado e integrando las experiencias como simple fuente de aprendizaje.
del blog PranamanasYoga
Yoga terapeutico
"Revisando las notas de las clases de los Yoga Sutras con mi gurú, hallé una interpretación muy interesante del sutra, Prayatnasaithilya anantasamápattibhyám. La palabra prayatna, de uso muy común en la India, significa básicamente “esfuerzo”. Saithilya indica “suavidad”. Por lo que Prayatnasaithilya podría significar “esfuerzo suave”; por lo tanto encontrarás que muchos escritores de los Yoga Sutras declaran que el modo de alcanzar la perfección en una postura de yoga es “adentrarse en la postura sin esfuerzo”. Esto es más fácil decirlo que hacerlo. Hay cientos de practicantes que no pueden relajarse lo suficiente para conseguir mantener fácilmente una postura como el loto, por ejemplo. Tenemos que investigar sobre el significado que se le daba en los darsanakaras al término prayatna en esos tiempos. Prayatna, según Nyaya, filosofía hermana del yoga, es un poco complicado. Nyaya explica que prayatna es de tres tipos diferentes (prayatna trividha prokta). Dos de ellos son esfuerzos para conseguir la felicidad (pravatti) y evitar la infelicidad (nivatti). Todos los seres hacen este esfuerzo constantemente. Una serie de nuestros esfuerzos se dirigen hacía la consecución de la felicidad y otra hacía la erradicación de la infelicidad.
Pero el tercer tipo de esfuerzo relevante aquí, es el esfuerzo por vivir (javanaprayatna). ¿cuál es el esfuerzo por vivir? Es respirar o la respiración. De manera que podemos decir que prayatna-saithilya es hacer la respiración suave. Por lo tanto, durante la práctica de asana según el Vinyasa Krama, la respiración debe ser suave, y por lo tanto prolongada (dirgha).
La segunda mitad del sutra se refiere a samapatti o concentración mental. ¿en qué o dónde nos debemos concentrar? En ananta (ananta-samapatti). Ahora tenemos que investigar el significado contextual de la palabra ananta, que se traduce como “infinitud” o “ilimitado”, que muchos escritores equiparan con infinito. Por lo que algunas escuelas suelen decir que mientras se practica asanas, debemos estar concentrados en el infinito, lo que es inapropiado e imposible, al menos para la gran mayoría de los yoguis.
Ananta también se refiere a la serpiente, Adisesa, se le considera encarnación de Patanjali. Algunas escuelas sugieren que hay que concentrarse en una imagen mental de Adisesa o de Patanjali. Puede ser posible, pero es incómodo pensar que Patanjali sugiriera que nos tenemos que concentrar en él para dominar la práctica de asana. De manera ¿qué debe significar la simbología de ananta? La palabra ananta puede ser considerada como una derivación de la raíz “ana”- respirar (ana svase).
Estamos familiarizados con el grupo de palabras –prana, apana, vyana, etc. Los nombre de los cinco pranas que derivan de la raíz “ana”. Por lo que en el sutra, ananta podría significar “respirar”; y así ananta-samapatti se puede traducir como “concentrarse en la respiración”. De hecho a Ananta, o la reina de las serpientes, se le asocia con el aire. En la mitología la cobra es asociada con el aire, la creencia mitológica es que las cobras viven en el aire. Si ves la imagen de Nataraja (Siva bailando), puedes ver los cinco elementos del universo (tierra, agua, aire, fuego y espacio) representados simbólicamente en Siva. El pelo rojo despeinado representa al fuego; el Ganges en sus mechones como el agua; el elemento aire representado por la serpiente alrededor del cuello. De manera que ananta-samapatti significaría centrar la atención en la respiración o prana.
Por lo que este sutra significa que mientras practicamos asana, debemos hacer suaves inhalaciones y exhalaciones, manteniendo la atención en la respiración.
Como Yoga Vinyasa Krama implica diferentes movimientos estéticos para entrar como para permanecer en las posturas, para conseguir la coordinación entre los movimientos, la respiración y la mente, debemos sincronizar la respiración con el movimiento ayudándonos de la concentración mental. Con esta práctica, lenta pero segura, tendrá lugar la unión entre cuerpo y mente, con la respiración actuando como arnés.
¿Pero porqué esto no se menciona en otros textos? Hay un dicho “Anuktam anyato grahyam”. Si algunos detalles no se encuentran en un texto, entonces se deben recopilar de textos complementarios. El Hatha Yoga Pradipika explica un cierto número de asanas pero no menciona la respiración sincronizada y otros parámetros básicos. Pero también proclama que sus instrucciones son como prerrequisitos para la práctica del Raja Yoga de Patanjali. Por lo tanto estos son dos textos compatibles. Y así podemos concluir que Patanjali da los parámetros básicos para la práctica de asanas (y también para otros angas como el Pranayama), pero para tener más detalles tenemos que referirnos a textos compatibles como el Hatha Yoga Pradipika, Yoga Yajñavalkya y otros."
Srivatsa Ramaswami
extracto de la pagina Vinyasa Yoga
Patanjali en Yoga Sûtra indica “Sthiram sukham âsanam”
donde hace hincapié en la importancia del equilibrio binomio:
“sthiram: estabilidad / firmeza y sukham: estado confortable”.
Al estudiar detenidamente cualquier postura, tenemos que averiguar qué necesita estabilizarse y abrirse para que se realice según lo que Patanjali denominaba sthira sukham (estabilidad, calma y facilidad en la postura).
Partiendo de la base de que los ásanas deben ir de más sencillos a más complejos para que sean accesibles y efectivos, los organizamos para que se sucedan de manera que los experimentemos de la forma más profunda posible dentro de nuestra práctica, teniendo en cuenta las tensiones que se crean en los ásanas y encontrando formas para eliminarlas, lo que llamamos pratikriyasana o contraposturas
A pesar de que en occidente la palabra Yoga se asocie inmediatamente con la práctica de posturas físicas, Patanjali en su texto se refiere muy poco a âsana, justo en tres sutras del segundo capítulo. Esto debería de hacernos reflexionar sobre el exceso de valor que tendemos a dar al aspecto físico en nuestras sesiones de yoga, en detrimento de otras técnicas mas sutiles y poderosas. Pero sobre todo es interesante leer a fondo el significado de esos sutras, para remarcar otra vez como âsana no signifique una postura determinada, y menos aún una de esas posturas semi-acrobáticas que solemos ver en las portadas de ciertas revistas, sino un estado de conciencia que envuelve cuerpo, respiración y mente. Es bajo la luz de ese significado que vive el yoga terapéutico, poniendo en practica cada ajuste, adaptación y variación pueda permitir al paciente encontrar un estado “estable y cómodo”.
Sutra II.46
Sthirasukhamâsanam
STHIRA – estabilidad, presencia, firmeza
SUKHAM – bienestar, confort, comodidad, alegría, dulzura
Su – bueno
Kham – espacio
ÂSANAM – as – estar asentado, ser
Âsana es algo que tiene las cualidades de estabilidad y comodidad.
Según el maestro Krishnamacharya, en âsana Sthira-sukham tiene que estar presente en tres niveles:
CUERPO (Kâya)
Sthira representa la falta de agitación en los miembros (angamejayatva).
Cuando haciendo âsana me tiembla el cuerpo es porqué hay esfuerzo, no he respetado mis limites, no he adaptado la postura, así que el cuerpo empieza a tener sacudidas, no es estable. A veces ocurre a principiantes o personas con poco tono muscular: eso nos indica que esa postura no es conveniente en este momento, que necesitará de una mayor preparación o de medios reguladores (doblar las piernas, colocar un cojín, modificar los brazos,…). Entonces Sthira es saber regular la intensidad a cada alumno para permitirle encontrar estabilidad.
Sukham añade el concepto de que no haya molestias o dolor en ningún momento. Cada uno tiene un umbral de dolor diferente, ese punto en que la intensidad se transforma en tensión, en contracción. Superar ese limite es ir en dirección contraria al estiramiento, es limitarlo en vez de favorecerlo. Nunca hay que superar ese umbral.
RESPIRACIÓN (Prâna)
Sthira nos indica una respiración regular, ininterrumpida y estable.
Sukham nos pide una respiración calmada, silenciosa, interna, aunque se utilize el ujjâyi.
En los alumnos la respiración me dará la pauta de cómo se encuentran. A veces un suspiro puede indicar un sobreesfuerzo, o una respiración superficial y acortada puede decir que su estado interno está agitado.
Krishnamacharya decía que además la misma Inspiración tenía que tener una cualidad sthira (alerta y vigilancia) y la Espiración una cualidad sukham (abandono y comodidad), evidenciando la necesidad de una absoluta y continuada presencia respiratoria.
MENTE (Mânasika)
Sthira es falta de distracción, concentración, alerta. El hecho mismo estar observando el cuerpo para no hacer un exceso de esfuerzo y para coordinar la respiración con el movimiento sin que esta se altere, requiere una mente alerta y observadora en cada momento.
Sukham añade una cualidad de ternura a esa observación: evito criticarme, juzgarme, evito compararme con los demás, con lo que hice el día anterior, con lo que deseaba hacer hoy. Suelto las expectativas y vivo el momento presente.
Âsana necesita de todas estas condiciones para que se pueda llamar así.
Un gesto tan sencillo como levantar y bajar los brazos será un âsana si cumple con estas cualidades. Esto nos confirma que cualquiera puede practicar âsanas, independientemente del estado de salud y de la edad, ya que lo importante es llevar una estado al cuerpo, a la mente y a la respiración.
SUTRA II.47
Prayatnasaithilyânantasamâpattibhyâm
PRAYATNA - correcto esfuerzo
SAITHILYA - libre, suelto
Un correcto esfuerzo, libre y suelto nos permite reconocer que estamos en âsana.
ANANTA - sin fin, ilimitado
SAMAPATTI BHYÂM - objetivo, meditación
A través de la concentración en la respiración que es la entidad sin limites sobre la que la mente se puede concentrar con facilidad.
La primera parte del sutra nos avisa que siempre que practico âsana-s hay resistencias. Y puedo reconocer tres tipos de tensiones: en el cuerpo (me duele, me tira, estoy duro…), en la respiración (se agita, se acorta, se interrumpe, no llega…), y en la mente (pienso en otra cosa, un sonido me distrae, no puedo mantener la observación mas que un instante en lo que quiero…).
El esfuerzo apropiado es el que nos permite liberar esas tensiones haciendolas sostenibles, y se consigue tan solo adaptando las posturas a mis posibilidades, según una progresión atenta y respetuosa en el tiempo. Y aún con eso, a veces, habrá cosas que no conseguiré nunca hacer: por mi edad, por mi rigidez articular, por una lesión que tuve hace años, etc.
Así que el “justo esfuerzo” nos lleva al medio de regulación como clave fundamental para el estado de yoga en el trabajo físico.
La segunda parte del sutra nos habla de la cualidad ilimitada que os permite reconocer que estamos en âsana. Krishnamacharya decía que esa era la respiración.
Efectivamente una persona puede ser atlética, en plena forma física, pero a la hora de hacer âsana su respiración, a pesar de flexibilidad y de la capacidad pulmonar, quizá nos indique que no está en un estado de yoga. El cuerpo puede parecer perfecto, pero la respiración puede estar tensa, forzada, superficial o irregular.
Ananta es la serpiente sobre la cual descansa el dios Visnu. Visnu se ocupa de la conservación de la vida, y está descansando. Así que la serpiente tiene que ser un colchón cómodo y confortable, pero al mismo tiempo debe mantener la justa tensión para que el planeta Tierra, que está encima de sus mil cabezas, no tiemble. Ananta representa entonces las cualidades de estabilidad y comodidad.
La respiración es la guía mas cierta de si estamos en âsana.
SUTRA II.48
Tatodvandvânabhighâtah
TATAH – entonces
DVANDVA – extremos, opuestos
ANABHIGHÂTAH – no estar afectado por
Como consecuencia de una buena práctica de âsana el yogi no está condicionado por los extremos.
Hay dos cualidades opuestas en todo, asociadas a los gunas rajas y tamas: la belleza y la fealdad, el frío y el calor, el día y la noche, la alegría y el dolor.
La vida se manifiesta a través de esta dualidad positivo-negativo, bueno-malo, me gusta-no me gusta.
Pero existe también la cualidad del guna sattva, que es la cualidad luminosa de la conciencia, la cualidad que buscamos a través del Yoga.
Siempre que hacemos una correcta práctica de âsana conseguimos un estado sattvico del cuerpo, de la respiración y de la mente. Quiere decir que sentiremos el cuerpo relajado y flexible, la mente estará clara, y podremos enfrentar las tareas diarias desde un centro que nos permite responder a las exigencias de la vida sin esfuerzos ni resistencias.
Si terminamos una sesión agitados o al contrario decaídos, es que no era la práctica correcta o no hemos sabido adaptarla a las necesidades del momento.
Si realizamos âsana desde las cualidades de Sthira-sukham, los extremos no nos afectarán, nos sentiremos estables en nuestro centro.
Normalmente el éxito nos excita y el fracaso nos deprime. Pasa algo positivo y nos agitamos tanto que luego metemos la pata y en consecuencia nos deprimimos y nos sentimos culpables. Vivimos en una especie de balanza que sube y baja y no conseguimos estar en equilibrio.
Patanjali nos dice que la práctica correcta de âsana nos permitirá encontrar ese equilibrio, ese centro. Podremos empezar a dialogar con lo que nos gusta y lo que nos desagrada dandole otro significado e integrando las experiencias como simple fuente de aprendizaje.
del blog PranamanasYoga
Yoga terapeutico
"Revisando las notas de las clases de los Yoga Sutras con mi gurú, hallé una interpretación muy interesante del sutra, Prayatnasaithilya anantasamápattibhyám. La palabra prayatna, de uso muy común en la India, significa básicamente “esfuerzo”. Saithilya indica “suavidad”. Por lo que Prayatnasaithilya podría significar “esfuerzo suave”; por lo tanto encontrarás que muchos escritores de los Yoga Sutras declaran que el modo de alcanzar la perfección en una postura de yoga es “adentrarse en la postura sin esfuerzo”. Esto es más fácil decirlo que hacerlo. Hay cientos de practicantes que no pueden relajarse lo suficiente para conseguir mantener fácilmente una postura como el loto, por ejemplo. Tenemos que investigar sobre el significado que se le daba en los darsanakaras al término prayatna en esos tiempos. Prayatna, según Nyaya, filosofía hermana del yoga, es un poco complicado. Nyaya explica que prayatna es de tres tipos diferentes (prayatna trividha prokta). Dos de ellos son esfuerzos para conseguir la felicidad (pravatti) y evitar la infelicidad (nivatti). Todos los seres hacen este esfuerzo constantemente. Una serie de nuestros esfuerzos se dirigen hacía la consecución de la felicidad y otra hacía la erradicación de la infelicidad.
Pero el tercer tipo de esfuerzo relevante aquí, es el esfuerzo por vivir (javanaprayatna). ¿cuál es el esfuerzo por vivir? Es respirar o la respiración. De manera que podemos decir que prayatna-saithilya es hacer la respiración suave. Por lo tanto, durante la práctica de asana según el Vinyasa Krama, la respiración debe ser suave, y por lo tanto prolongada (dirgha).
La segunda mitad del sutra se refiere a samapatti o concentración mental. ¿en qué o dónde nos debemos concentrar? En ananta (ananta-samapatti). Ahora tenemos que investigar el significado contextual de la palabra ananta, que se traduce como “infinitud” o “ilimitado”, que muchos escritores equiparan con infinito. Por lo que algunas escuelas suelen decir que mientras se practica asanas, debemos estar concentrados en el infinito, lo que es inapropiado e imposible, al menos para la gran mayoría de los yoguis.
Ananta también se refiere a la serpiente, Adisesa, se le considera encarnación de Patanjali. Algunas escuelas sugieren que hay que concentrarse en una imagen mental de Adisesa o de Patanjali. Puede ser posible, pero es incómodo pensar que Patanjali sugiriera que nos tenemos que concentrar en él para dominar la práctica de asana. De manera ¿qué debe significar la simbología de ananta? La palabra ananta puede ser considerada como una derivación de la raíz “ana”- respirar (ana svase).
Estamos familiarizados con el grupo de palabras –prana, apana, vyana, etc. Los nombre de los cinco pranas que derivan de la raíz “ana”. Por lo que en el sutra, ananta podría significar “respirar”; y así ananta-samapatti se puede traducir como “concentrarse en la respiración”. De hecho a Ananta, o la reina de las serpientes, se le asocia con el aire. En la mitología la cobra es asociada con el aire, la creencia mitológica es que las cobras viven en el aire. Si ves la imagen de Nataraja (Siva bailando), puedes ver los cinco elementos del universo (tierra, agua, aire, fuego y espacio) representados simbólicamente en Siva. El pelo rojo despeinado representa al fuego; el Ganges en sus mechones como el agua; el elemento aire representado por la serpiente alrededor del cuello. De manera que ananta-samapatti significaría centrar la atención en la respiración o prana.
Por lo que este sutra significa que mientras practicamos asana, debemos hacer suaves inhalaciones y exhalaciones, manteniendo la atención en la respiración.
Como Yoga Vinyasa Krama implica diferentes movimientos estéticos para entrar como para permanecer en las posturas, para conseguir la coordinación entre los movimientos, la respiración y la mente, debemos sincronizar la respiración con el movimiento ayudándonos de la concentración mental. Con esta práctica, lenta pero segura, tendrá lugar la unión entre cuerpo y mente, con la respiración actuando como arnés.
¿Pero porqué esto no se menciona en otros textos? Hay un dicho “Anuktam anyato grahyam”. Si algunos detalles no se encuentran en un texto, entonces se deben recopilar de textos complementarios. El Hatha Yoga Pradipika explica un cierto número de asanas pero no menciona la respiración sincronizada y otros parámetros básicos. Pero también proclama que sus instrucciones son como prerrequisitos para la práctica del Raja Yoga de Patanjali. Por lo tanto estos son dos textos compatibles. Y así podemos concluir que Patanjali da los parámetros básicos para la práctica de asanas (y también para otros angas como el Pranayama), pero para tener más detalles tenemos que referirnos a textos compatibles como el Hatha Yoga Pradipika, Yoga Yajñavalkya y otros."
Srivatsa Ramaswami
extracto de la pagina Vinyasa Yoga
miércoles, 3 de octubre de 2018
Vajrasana - Virasana - Paryankasana
Vajra significa "rayo". El dios de la lluvia, Indra utilizaba el rayo como arma. Vajrasana también se llama "Adamantino" o "Diamante". Iyengar la llama Virasana o postura del héroe, la diferencia entre ambas reside en la posicion de los pies.
Vajrasana asienta el cuerpo como una roca y trae calma y serenidad a la mente.
En sánscrito vajra significa "rayo". Esto forma parte de los tributos de Indra, jefe de los dioses del panteón hindú, dueño del rayo, del trueno y de la lluvia.
Vajrasana (pose de diamante) o postura del rayo
Arrodíllese conservando las rodillas juntas y los pies estirados, de manera que la pierna entera se apoye en el suelo. Los dedos de los pies quedan dirigidos hacia adentro, casi tocándose.
Descienda suavemente las nalgas, acomodándolas sobre la concavidad que forman los pies. Conserve el tórax erguido y la cabeza en la misma línea, sin rigidez. Los ojos suavemente cerrados, la musculatura de la cara relajada. Las manos descansan sobre las rodillas sin esfuerzo. Respiración profunda. Trate de sostener esta postura el tiempo que pueda. Al principio será poco, después con las articulaciones rejuvenecidas, aguantará más.
Variante: Inspirando, elevar los brazos por encima de la cabeza, sin flexionar la espalda. Cruzar los pulgares y sostener esta extensión el tiempo necesario para relajarse, concentrado en el estiramiento de la columna vertebral. Respire naturalmente. Luego puede relajarse en la postura de la hoja doblada o del niño.
Efectos: Es excelente para tonificar la musculatura y nervios de las piernas. Ofrece las mejores condiciones para una fácil digestión y recomendable por sus beneficios frente a los dolores de ciática.
Muchas veces se confunden las posturas del Héroe reclinado (Virasana) y la del Diamante porque se parecen mucho, y sus respectivas variantes suptas.
Supta vajrasana: postura pelviana supina
Otra postura relacionada y complementaria a la vez es Adho Mukha Virasana, similar a Balasana o la postura del ninho
Ejecucion de Vajrasana
De rodillas y con los pies separados, empeines apoyados en el piso y glúteos sobre la concavidad que forman los pies.
Ir descendiendo hasta que la espalda quede recostada en el suelo con los brazos extendidos hacia atrás.
Mientras se realiza la postura, su ejecución debe ser gradual para evitar un estiramiento excesivo de los músculos de la piernas. En el momento de llevar el tronco hacia atrás, las piernas tenderán a elevarse, este pequeño inconveniente se irá corrigiendo con la constancia de la práctica.
Los músculos abdominales están completamente en tensión, estimulando con ello los nervios subcutáneos. Se regeneran las pequeñas venas, en particular se potencia el funcionamiento de los poros.
Con el fuerte cerrojo de las piernas, la circulación de la sangre se concentra hacia la base de la columna y se empuja hacia el centro principal, que se encuentra en el tronco. Al desarmar la postura la fuerte activación sanguínea se redistribuye nuevamente en las piernas.
Es un asana que estimula y regenera el sistema nervioso.
Para los expertos existe una variante más compleja . Tras realizar la posición del diamante y dominarla completamente, arqueando la espalda y acercando las manos a los tobillos, mantenerlos siempre en el suelo e intentar agarrarlos. El rostro se encuentra vuelto hacia la tierra con la cima de la cabeza ( a modo de Matsyasana) o el mentón apoyado en el suelo, incrementando la complejidad.
Beneficios
Fortalece y tonifica órganos de la zona pelviana y nervios relacionados con las funciones sexuales.
Actúa favoreciendo los plexos solar y sacro.
Combate la rigidez de los músculos, nervios y articulaciones de las piernas.
Excelente masaje sobre la región lumbar.
Seda el sistema nervioso y serena la mente.
Supta Virasana o Heroe reclinado
Manteniendo las rodillas pegadas, separa los pies todo lo que puedas. Esto es para dejar espacio para que en el siguiente paso bajemos los glúteos a la colchoneta. El empeine de cada pie estará en contacto con la mat. Inclínate hacia atrás y baja la cadera. Dependiendo de la flexibilidad que tengas, te será más fácil o no llegar a apoyar los glúteos sobre el piso. Practica hasta conseguirlo. Después, reclínate hacia atrás, para poder tumbarte apoyando la espalda.
Estira los brazos, como ves en la imagen de Iyengar, por «encima» de la cabeza (como estás tumbada/o, en realidad no están encima)*.
Iyengar en Supta Virasana
Mantén esta posición mientras estés cómoda/o.
Una vez que hayas practicado mucho y consigas el punto anterior, trata de aguantar unos 30-45 segundos, descansa y repite 3 o 4 veces.
Beneficios
- Estirar los músculos de las piernas.
- Es una de las posturas de Yoga como tratamiento para el dolor de ciatica
- Es buena para ahorrar energía. Esto se debe a que la asana contribuye a crear el arco de los pies, que según estudios recientes nos ayuda a almacenar y liberar energía al andar y al correr.
- Mejora la circulación en las extremidades inferiores, reduciendo la inflamación.
- Flexibiliza la espalda.
- Mejora la postura, puesto que mantienes la espalda estirada en todo momento.
- Flexibiliza las rodillas y los tobillos.
- Es relajante si la puedes realizar cómodamente
Contraindicaciones
Es mejor que no hagas esta asana, o por lo menos esperes a recuperarte, en estos casos:
- Dolor en las rodillas: si tienes algún problema en ellas, no hagas la Supta Virasana. Sobre todo no intentes forzar al bajar la espalda, que es cuando más se necesita que las rodillas estén bien. También puede deberse a la falta de práctica, por lo que tendrás que hacer algunas de las mejores posturas para mejorar la flexibilidad.
- Dolor en los tobillos: es menos importante que lo anterior, pero también hacen un esfuerzo al estar el empeine apoyado sobre la colchoneta
- Dolor de espalda: en este caso lo difícil será bajar la espalda recta y poco a poco (no te vas a dejar caer, obviamente).
La postura del héroe reclinado o supta virasana, cuenta con múltiples beneficios:
Dota de gran flexibilidad las articulaciones de las rodillas, tobillos y descansa profundamente las piernas.
Ayuda a flexibilizar los pies y con ello previene problemas relacionados con el arco plantar.
Mejora el riego sanguíneo de las piernas y su retorno venoso previendo la aparición de varices. Fortalece el hueso sacro y la región pélvica.
Estabiliza las funciones de las glándulas tiroides y paratiroides.
Ejerce un beneficioso masaje sobre la región pélvica y las vísceras abdominales.
Favorece el funcionamiento de las glándulas sexuales.
Supta significa estar tumbado. En esta asana se reclina la espalda en el suelo y se estiran los brazos detrás de la cabeza.
Técnica del heroe recostado
1.- Siéntese en Virasana.
2.- Espire, lleve el tronco hacia atrás y apoye los codos, uno a uno, en el suelo.
3.- Retire la presión sobre los codos extendiendo los brazos uno después de otro.
4.- Apoye primero la cumbre de la cabeza en el suelo. Paulatinamente apoye la parte posterior de la cabeza y luego la espalda. Lleve los brazos estirados y rectos por encima de la cabeza. Permanezca en esta postura el mayor tiempo posible respirando profundamente. Luego coloque los brazos a ambos lados del tronco presione los codos en el suelo y, con una espiración. Siéntese de nuevo.
5.- Las manos pueden permanecer extendidas por encima de la cabeza o colocadas a ambos lados de los muslos. Si se tienen extendidas por encima de la cabeza, cuide de no levantar los omóplatos del suelo.
6.- Los principiantes pueden mantener las rodillas separadas.
Efectos
Estira los órganos abdominales y la región pélviana. Las personas afectadas de dolores en las piernas hallarán gran alivio con la práctica de esta postura durante 10 o 15 minutos. Se recomienda a los atletas o a cuantos tengan que andar o estar de pie largas horas. Puede también realizarse después de las comidas, y si se practica antes de irse a la cama, al día siguiente las piernas se notarán plenamente descansadas.
Entre algunas de sus aplicaciones terapéuticas se encuentran el tratamiento de la ciática, trastornos digestivos, enfermedades respiratorias, artritis, infertilidad, várices, insomnio y trastornos menstruales.
Efectos: Es excelente para tonificar la musculatura y nervios de las piernas. Ofrece las mejores condiciones para una fácil digestión y recomendable por sus beneficios frente a los dolores de ciática.
Paryankasana
Paryanka significa cama, sillón o sofá. Esta asana es una continuación de Supta Virasana. En ella el cuerpo asemeja un sillón: de ahí su nombre.
Técnica
1.- Siéntese en Virasana.
2.- Espire y eche el cuerpo hacia atrás. Eleve el cuello y el
pecho y, arqueando la espalda, apoye la cumbre de la cabeza en el suelo.
Ninguna parte del tronco deberá tocar el suelo.
3.- Doble los codos. Agarre con la mano derecha el brazo superior
izquierdo cerca del codo y con la mano izquierda el brazo superior
derecho también cerca del codo. Apoye los brazos doblados en el suelo,
por detrás de la cabeza.
4.- Permanezca en la postura un minuto respirando con normalidad.
5.- Inspie, apoye el tronco y el cuello en el suelo, libere las manos y siéntese en Virasana.
6.- Estire a continuación las piernas una a una, túmbese sobre la espalda y relájese.
Efectos y recomendaciones
Tanto en Matsyasana como en Paryankasana la zona dorsal es extendida
completamente, con lo que los pulmones se expanden ampliamente. Se
estiran los músculos del cuello y se estimulan la tiroides y la
paratiroides, favoreciendo su funcionamiento correcto. Aquéllos que no
puedan hacer Matsyasana conseguirán los mismos beneficios realizando
este ejercicio.
Mientras Virasana y Supta Virasana pueden hacerse a cualquier
hora, incluso inmediatamente después de comer, Paryankasana no puede
realizarse inmediatamente después de una comida.
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