jueves, 3 de julio de 2014

Kurmasana y Supta Kurmasana





Esta asana está dedicada a Kurma, la encarnación en forma de tortuga de Visnu, preservador del universo. Muchos tesoros divinos se perdieron en la inundación universal, incluido el amrta (néctar) con el que los dioses preservaban su juventud. Para recuperar los tesoros perdidos, los dioses se aliaron con los demonios y juntos emprendieron la tarea de batir el océano cósmico. Visnu se convirtió en una gran tortuga y se sumergió en el fondo del océano. Sobre su espalda resposaba la montaña Mandara, que era la vara de batir, y alrededor de la montaña se hallaba enrollada la serpiente divina Vasuki, haciendo de cuerda. Con los esfuerzos conjuntos de los dioses y los demonios, que tiraban de la serpiente y giraban rápidamente la montaña, el océano fue batido. Del océano batido emergió amrta junto a otros tesoros, incluida Laksmi, consorte de Visnu y diosa de la Riqueza y la Belleza" Iyengar

Kurmasana y Supta Kurmasana. La tortuga y la tortuga durmiente. Kurma significa "tortuga" y supta "durmiente". Esta asana tiene la forma de una tortuga, primero con la cabeza y las patas fuera del caparazón, y en la segunda parte con la cabeza dentro del caparazón como cuando la tortuga duerme. Tal como es la tortuga, lenta, así debe armarse la asana. Lleva tiempo aprender la dinámica compleja de estas dos posturs, su comprensión es vitalpara completar la segunda mitad de Yoga Chikitsa (depuración y purificación corporal) Además esta asana es la puerta de acceso a Nadhi Sodhana o purificación del sistema nervioso, y es la primer asana donde colocamos las piernas detrás de la cabeza. Esta asana comienza a trabajar sobre el cuerpo sutil estimulando el kanda (plexo nervioso) que se localiza en la zona inferior del abdomen, donde se originan los miles de nadis (canales de energía/nervios) del cuerpo.






La postura de la tortuga ejerce un efecto purificador sobre el corazón y pulmones, y es imprescindible recurrir a la apertura de las articulaciones de la cadera que se han practicado en posturas anteriores, pues son las que permiten colocar las piernas sobre la parte posterior de hombros y cuello. El peso de las piernas recae sobre la parte posterior de cuello permitiendo fortalecer aún más la columna, un elemento importante en las próximas asanas. A la vez ensancha el pecho, corrige las dificultades respiratorias y cuando la fuerza física se equilibra con la duración de las inhalaciones y exhalaciones, el sistema respiratorio puede alcanzar su máximo potencial.

                                                                    Supta Kurmasana

Esta postura es sagrada para un yogui. Al describir las cualidades de sthita-prajña (el que es de mente estable) a Arjuna, el Bienaventurado Señor dice: "Cuando, al igual que una tortuga retira sus miembros hacia dentro en todos sus lados, él retira sus sentidos de los objetos de percepción, entonces su sabiduría queda sólidamente establecida" (Bhagavad Gita, segundo discurso, versículo 58) En esta postura los miembros se retraen y el cuerpo se asemeja a una tortuga. La mente se calma y sosiega, desarrollando ecuanimidad en la pena y la alegría. Gradualmente uno se ve libre de ansiedad en medio del dolor e indiferente en medio de los placeres, al tiempo que las emociones de la pasión, el miedo y la ira aflojan sus ataduras sobre la mente.

del blog Conciencia Yoga de Patricia Aballay


                                                                Supta Kurmasana

En Kurmasana se estira y tonifican los músculos de la columna, y también los isquiotibiales. Se usa con frecuencia como preparación para la estimulante postura de equilibrio sobre los brazos Tittibhasana o para la más relajante Supta Kurmasana.

Siéntate en el piso con las piernas estiradas al frente y las rodillas separadas unos 30cm. Flexiona las rodillas y levántalas llevando los pies en dirección de las caderas. Flexiónate al frente desde las caderas colocando el tronco entre las piernas, e inserta los brazos, uno a uno por debajo de las rodillas, con las palmas de las manos hacia el piso. Empuja los brazos debajo de las rodillas y estíralos hacia los lados hasta que los codos queden rectos, luego rota los muslos hacia dentro y presiona las rodillas contra los hombros. Ahora estira las piernas y la columna. Mantén firme los brazos con las palmas presionando en el piso y flexiona tus pies de modo que los talones se extiendan hacia delante mientras alargas la parte interna de las piernas. Continúa rotando hacia dentro los muslos y presiona las rodillas contra los hombros mientras empujas hacia delante con la cara interna de los tobillos, pies y piernas. La dirección de las piernas es hacia delante, no hacia los lados, así que no dejes que la distancia entre los pies se incremente. A medida que estiras las piernas también estira el tronco hacia el frente, extiende el cuello y lleva la frente al piso. La parte de atrás de las rodillas estará tocando la parte de atrás de los brazos cerca de las axilas. Respira y cuando sientas que puedes ir más profundo, estira de nuevo las piernas e intensifica gradualmente el estiramiento de la columna para llevar la nariz, barbilla y finalmente el pecho al piso. Ensancha el pecho y deja que descanse sobre el piso. Con tus piernas completamente estiradas, presiona los talones al piso y sostén esta posición de 30 a 60 segundos.

No hay comentarios: