Sasa significa "conejo"
Sasangasana es una postura útil para practicar antes de las posturas invertidas o las prácticas de meditación.
Aumenta el flujo de sangre en la cara, cuello y cerebro, lo que permite a la mente calmarse y centrarse.
A partir de la postura del niño (Balasana) sostenerse sobre los talones con las manos y la frente hacia las rodillas afirmando la parte superior de la cabeza en el suelo.
Puede iniciarse sentada en Vajrasana sobre los talones. Relaja los hombros, lleva el mentón al pecho y posa las manos sobre los muslos. Al expirar eleva las nalgas e inclínate hacia adelante hasta que la coronilla descanse sobre el suelo. Los muslos deben estar verticales.
Mueve las manos hacia atrás y agarra los talones o los tobillos, respirando uniformemente. Inspira y vuelve lentamente a Vajrasana. Evita elevarte en forma brusca ya que pueden producirse mareos.
Alternativamente, relájate en Balasana.
Inhale y levante caderas hacia el techo, realizar rollo en coronilla de la cabeza y presione la frente acercándola a las rodillas.
Realizar 4 a 8 respiraciones mientras sostiene la inmovilidad.
Exhalar al bajar lentamente y deslice nuevamente la frente a la posición inicial.
En esta postura es importante el agarre de las manos en los talones poniendo los pulgares por fuera.
Durante toda la postura la mayor parte del peso debe estar en las manos y los talones, no lo lleves a la cabeza y el cuello porque pueden lesionarse las cervicales. Es precisamente esta parte de la columna, la más alta, la que trabajas y estiras en esta postura, desde el principio al final.
Comienza agarrando los talones, estira la columna hacia arriba y pega la barbilla al pecho mirándote el estómago. Exhala y baja lentamente, redondeando la espalda hasta que toques exactamente con la frente en las rodillas (automáticamente la coronilla toca el suelo). Tira fuerte de los talones y levanta las caderas bien arriba, exhalando y estirando los brazos por completo, hasta que los codos estén bloqueados. Si tu frente no queda pegada a las rodillas puedes caminar con las rodillas una a una hasta que toquen la frente, pero nunca levantes la cabeza del suelo para proteger las cervicales.
Permanece 20 segundos con la cadera arriba, los brazos estirados, ojos abiertos y garganta atragantada. Intenta respirar normalmente. Sales de la postura en sentido inverso al que la armaste: bajas las caderas y subes redondeando la espalda sin soltar talones en ningún momento. Sólo cuando estés arriba con la espalda completamente estirada se sueltan los talones.
Descansa en Savasana 20 segundos
Contraindicado si existen lesiones en rodillas, cuello o columna. Con hipertensión o problemas cardíacos abstenerse.
Conejo alarga la columna vertebral, estira la espalda, los brazos y los hombros. Estimula el sistema inmunológico y endócrino. Alivia la fatiga mental y refresca el cerebro. Beneficio a los senos. Rejuvenece el sistema nervioso y las glándulas tiroides y paratiroides. Calma resfriados y sinusitis. Mejora el insomnio, la diabetes y la depresión.
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