El yoga no se realiza, se vive.
Al yoga no le importa qué has sido, le importa la persona en la que te estás convirtiendo.
"Esto es lo que quiero decir cuando digo que el equilibrio no es un sustantivo sino un verbo. Equilibrio es un proceso dinámico. No puedes estar en medio, puedes ir moviéndote de izquierda a derecha y de derecha a izquierda; esta es la única manera de permanecer en medio. No evites los extremos y no elijas ningún extremo. Permanece a disposición de ambas polaridades, es el secreto del equilibrio. Si, a veces ser completamente feliz y ser a veces totalmente triste, ambos tienen su propia belleza" Osho
"A través del Yoga puede desarrollarse un equilibrio perfecto entre ambos lados del cuerpo. Todos empezamos con desequilibrios, favoreciendo un lado u otro. Cuando un lado es más activo, el activo debe convertirse en gurú del inactivo para conseguir que sea igualmente activo.
"Arma la postura sin mover el cuerpo. Arma la postura sin mover la mente"
Debemos poner atención al lado más débil y proporcionarle más cuidados. Demostramos más interés en la mejora de un amigo torpe que por uno inteligente. Pues por la misma razón debemos mostrar hacia nosotros mismos esa compasión y cuidar del lado más débil del cuerpo mientras nos alegramos de los logros del lado activo.
Busca el equilibrio conciente en todas las posturas observando las diferencias entre derecha e izquierda, así como la intensidad del estiramiento plano a plano, miembro a miembro, músculo a músculo, articulación a articulación, y de arriba abajo, de lado a lado y de delante atrás. Crea un estiramiento parejo, una estabilidad pareja, un espaciado parejo, una intensidad de movimiento pareja. Para alinear una parte del cuerpo hay que trabajar con todo el cuerpo. Con todas y cada una de las partes del cuerpo, si ha de estar activa o pasiva, estable o móvil. Al realizar asanas ninguna parte del cuerpo debe permanecer ociosa, y tampoco hay que descuidar ninguna. Si, por ejemplo, estiras la pierna derecha, no debes olvidar la izquierda. Por el contrario, debes poner atención en que la pierna izquierda permanezca estable. esta acción complementaria libera la pierna derecha para que esta pueda moverse con facilidad.
Extiende allá donde el cuerpo no esté en movimiento. Si transpiras de un lado, debes transpirar igualmente del otro. Cuando transpiras más de un lado es que no has utilizado la otra parte por completo. La transpiración debe ser uniforme pero no excesiva. Si el contacto entre el cuerpo y el suelo, la base, es buena en cada asana se ejecutará bien. Siempre hay que poner atención a la base, atento a la parte que está más cerca del suelo. Primero hay que corregir desde la raíz. Las posturas de pie tienen por objeto empezar a proporcionar esa base para la vida. Refuerzan tobillos y rodillas. Esas posturas enseñan como mantenerse derecho, de manera que el cerebro pueda flotar en su posición. Los pies son como la raíz de un árbol. Si uno no puede permanecer de pie de manera adecuada, desarrolla una actitud negativa frente a la vida, y el yoga que practica también se torna inestable. Cuando la estabilidad se convierte en un hábito, enseguida se manifiesta madurez y claridad. La estabilidad requiere equilibrio.
El
equilibrio no significa meramente equilibrar el cuerpo. El equilibrio
en el cuerpo es la base del equilibrio en la vida. Uno debe encontrar
equilibrio en cualquier postura que esté, o en cualquier circunstancia
que le presente la vida. El equilibrio es el estado del presente, el
aquí y ahora. Si te equilibras en el presente estás viviendo en la
eternidad. Cuando el intelecto está, estable no hay pasado ni futuro,
sólo presente. No vivas en el futuro; sólo el presente es real. La mente
te lleva constantemente al futuro, planeando, preocupándose e
interrogándose. La memoria te lleva al pasado, cavila y se lamenta. Sólo
el Sí.mismo te lleva al presente, porque lo divino solo puede
experimentarse en el ahora.
Es necesario hallar la línea media en cada asana, de manera que la energía quede distribuida de forma adecuada. Cuando
uno vacila, apartándose de la línea media, entonces se dirige hacia el
pasado o el futuro. La ascensión vertical es el futuro; el descenso
vertical es el pasado. La horizontalidad es el presente. El presente es
el asana perfecta. Cuando creas apertura horizontal, el futuro y el
pasado se encuentran en el presente. Por eso la extensión y la expansión dinámicas te permiten hallar el equilibrio
y vivir de manera más plena en el presente mediante tu cuerpo. En asana
hallamos equilibrio e integración en las tres dimensiones del espacio,
pero también hallamos equilibrio e integración en la cuarta dimensión,
la del tiempo.
Los
sabios de antaño dijeron que la clave de la vida era el equilibrio.
Equilibrio en todas las capas de nuestro Ser. ¿Pero qué se supone que
hemos de equilibrar? La respuesta radica en las tres cualidades de la
naturaleza, llamadas guna. Estas tres cualidades deben hallarse en
equilibrio en tu práctica de asana y en tu cuerpo, mente y alma. Puede
traducirse como solidez, dinamismo y luminosidad.
La esencia de la naturaleza son los cambios, una expresión y re expresión sin fin de ella misma. Es la causa de los gunas, las tres fuerzas complementarias emergiendo de la raíz de la naturaleza en el momento de la creación.
Comprender los gunas, esas fuerzas es importante para alcanzar el éxito de tu práctica de yogasana y en tu viaje interior hacia el Alma Universal.
La esencia de la naturaleza son los cambios, una expresión y re expresión sin fin de ella misma. Es la causa de los gunas, las tres fuerzas complementarias emergiendo de la raíz de la naturaleza en el momento de la creación.
Comprender los gunas, esas fuerzas es importante para alcanzar el éxito de tu práctica de yogasana y en tu viaje interior hacia el Alma Universal.
Tan pronto como se manifiesta la naturaleza, se mueven las tres fuerzas complementarias. Son "tamas"(masa o inercia), "rajas"(dinamismo o capacidad de vibrar) y sattva (luminosidad o la cualidad de luz).
En
asana intentamos abordar la masa de nuestro cuerpo basto, romper las
moléculas y dividirlas en atomos que permitan que nuestra vision
profundice en el interior. Nuestro cuerpo se resiste. es terco. No se
moverá ¿Porqué? porque en el cuerpo predomina tamas. Así debe ser. El
cuerpo necesita masa, los huesos necesitan densidad, y los tendones y
músculos necesitan solidez y firmeza. Es deseable tener la carne firme,
no floja. La densidad ósea es una virtud, pero en el cerebro es un
vicio. Ya hemos oído decir: "Es un cabeza dura". Porque en el cerebro y
en el sistema nervioso debe predominar rajas (dinamismo y capacidad de
vibrar) y la densidad es una desventaja. Mientras que la mente es de
naturaleza rápida, mercúrica y escurridiza, el cuerpo tiende a la
pesadez, la inercia y la pereza. El exceso es molesto; un cuerpo
excesivamente musculoso es como un coche muy grande con un motor
pequeño; sólo logrará ser más lento. Y lo que es todavía peor:
necesitará más energía para superar la inercia que para cobrar
velocidad." Iyengar
Respecto
a la práctica de asana, eso significa que al principio necesitamos
esforzarnos más porque la resistencia es mayor. De los aspectos de
asana, esfuerzo corporal y penetración mental; esta ultima es la más
importante. Nuestra meta es la penetración mental, pero al principio,
para poner las cosas en marcha, no hay más remedio que sudar. Pero una
vez que hay movimiento y luego impulso, empieza la penetración. Cuando el esfuerzo se torna no esfuerzo, asana alcanza su nivel más elevado.
Pero claro está, se trata de un proceso lento, y si interrumpimos nuestra práctica, la inercia vuelve a reafirmarse. En realidad, lo que estamos haciendo es infundir una vibrante energía en la materia densa. Por eso la práctica buena conlleva una sensación de ligereza y vitalidad. Debemos tener claro que la cuestión principal es lograr una proporción y un equilibrio adecuados en los gunas.
Pero claro está, se trata de un proceso lento, y si interrumpimos nuestra práctica, la inercia vuelve a reafirmarse. En realidad, lo que estamos haciendo es infundir una vibrante energía en la materia densa. Por eso la práctica buena conlleva una sensación de ligereza y vitalidad. Debemos tener claro que la cuestión principal es lograr una proporción y un equilibrio adecuados en los gunas.
Tamas
proporciona densidad y masa, y cuando esas cualidades exceden nuestras
necesidades lo llamamos torpeza e inercia. Una masa inerte no puede
energizarse con rajas. El aspecto negativo de rajas es turbulento,
frenético y agitado. Lo que buscamos es una mente rápida, no una
agitada. También queremos una mente tranquila y clara, que nos lleve a sattva.
La verdad es que experimentamos muy poco sattva como para conocerlo bien. La solidez de tamas y el movimiento de rajas eclipsan nuestra visión. En un mundo de objetos y excitación sensorial, tamas y rajas reinan supremos. Pero si puedes llegar al Yoga con el deseo de aprender como relajarte de verdad y no obstante permanecer alerta, en realidad estarás diciendo que gustará que sattva desempeñe un papel más importante en tu vida. Para describir sattva utilizamos la palabra luminosidad, cualidad interior y serena de la luz. Es la que intentamos elevar e integrar en nuestro interior. La luminosidad es clara, atenta y tranquila.
La verdad es que experimentamos muy poco sattva como para conocerlo bien. La solidez de tamas y el movimiento de rajas eclipsan nuestra visión. En un mundo de objetos y excitación sensorial, tamas y rajas reinan supremos. Pero si puedes llegar al Yoga con el deseo de aprender como relajarte de verdad y no obstante permanecer alerta, en realidad estarás diciendo que gustará que sattva desempeñe un papel más importante en tu vida. Para describir sattva utilizamos la palabra luminosidad, cualidad interior y serena de la luz. Es la que intentamos elevar e integrar en nuestro interior. La luminosidad es clara, atenta y tranquila.
La interrelación de esas tres fuerzas es de importancia capital en tu práctica yóguica. Has de aprender a identificarlas y observarlas a fin de poder ser capaz de ajustar y equilibrar sus proporciones,
y al penetrar en el interior, elevar la belleza de sattva a la
superficie. Gracias a esa habilidad puede minimizar el dolor y curar
dolencias que estén en etapas de manifestación mental, emocional o
física.
"Que
difícil es la batalla contra el ego en la práctica. Haz tu práctica
desde el desapego y el fluir. Solo así será realmente fructífera. Cuanto
menos esperes de tu práctica, más recibirás de ella. Igual es en la
vida. Las bendiciones llegan cuando menos las esperamos. Acepta siempre
tu práctica como venga. Acepta tu cuerpo como ES. Cada día es diferente.
Un día serás más flexible que otro. Un día tendrás más equilibrio que
otro. Escucha a tu cuerpo siempre. Es el reflejo de tu alma y tus
emociones." Iyengar
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