lunes, 13 de mayo de 2019

Balasana, postura del niño o de la hoja doblada (hasta balasana)

                                                                                                                        
                                                         

Hastabalasana

Esta postura de yoga te enseña a estabilizar las manos con el suelo, a través de ensanchar las palmas y de alargar los dedos.  También te enseña a alargar los brazos en dos direcciones y clarifica las espirales musculares de los brazos. Te muestra como abrir de la parte posterior-superior de la caja torácica desde las manos a través brazos. Integra los brazos, los hombros y la caja torácica y facilita el  movimiento del diafragma.

Balasana es una postura que evoca el vientre materno, la quietud, el silencio, la relajación. 
Ahora en Hastabalasana estás empezando a despertar,  a abrirte al mundo exterior.


Inconvenientes de esta postura

Igual que para Balasana, en esta postura  el cuello, las rodillas y los tobillos pueden generar sensaciones más intensas e incómodas.  Para suavizar y silenciar estas sensaciones en el cuello, puedes alargarlo alejando los hombros del mismo o de las orejas.  Para que las rodillas y los tobillos puedan relajarse puedes separar un poco los glúteos de los talones, elevando la pelvis.  También puedes usar un cojín detrás de las rodillas, debajo de la parte frontal de los tobillos o remeter los dedos de los pies hacia las rodillas.

Cómo construir la postura de yoga

Colócate en Balasana y extiende los brazos por delante de los hombros, con los pulgares separados el ancho de la cara interna de los hombros.  Alarga los brazos desde las axilas hasta las puntas de los dedos de las manos y de las puntas de los dedos hasta los hombros, alargándolos en dos direcciones.   Estabiliza el contacto de las manos con el suelo a través de ensanchar las palmas y alargar los dedos hacia fuera de la palma.  Mantén la base del dedo índice siempre en un contacto estabilizado con el suelo.  Suaviza los hombros mientras los alejas del cuello ensanchándolos y ensanchando el espacio entre los omóplatos.  Asegúrate de que los brazos están completamente rectos sin doblarse por los codos y los antebrazos no tocan el suelo.

Suaviza todo lo que sientas que se está endureciendo y especialmente los músculos de los hombros, la espalda, el pecho y el vientre.  También los del suelo pélvico, ingles y cara. 



Balasana

  1. Arrodíllate en el suelo. Coloca juntos los dedos gordos y siéntate en los talones, a continuación, separa las rodillas casi al ancho de tus caderas.
  2. Exhala y pon el torso hacia abajo entre tus muslos. Amplía el sacro a través de la parte posterior de tu pelvis y estrecha los puntos de la cadera hacia el ombligo, de modo que la apoyes sobre el interior de los muslos. Alarga el coxis de la parte posterior de la pelvis mientras levantas la base del cráneo de la parte posterior del cuello.
  3. Pon las manos en el suelo junto a tu torso, las palmas hacia arriba y deja descansar los hombros en el suelo. Siente como el peso de los hombros tira en toda la zona a través de tu espalda.
  4. La postura del niño es una pose de descanso. Entre las posiciones de yoga, los principiantes también pueden utilizar Balasana para experimentar una curva profunda hacia adelante, donde el tronco se apoya en los muslos. Permanece en la postura de 1 a 3 minutos. Para salir de la postura, primero alarga el torso frontal, y luego, con una inhalación, impulsa el coxis a medida que presiona hacia abajo y hacia la pelvis.

Beneficios 
  • Estira las caderas suavemente, así como los muslos y las rodillas.
  • Le brinda calma el cerebro y ayuda a aliviar el stress y la fatiga.
  • Alivia el dolor de espalda cuando se hace con la cabeza y el torso apoyado 

Balasana
(Bah-Lahs-anna)
Bala = hijo
Esta es un asana de relajación que podemos utilizar para eliminar las tensiones que se van acumulando durante el día.

Sentados sobre los talones inhalamos  elevando  los brazos como si quisiéramos tocar el cielo con las manos. Al exhalar dejamos caer  los brazos a los costados del cuerpo sin tensión  y nos inclinamos hasta apoyar la frente en el piso.





Balasana realizado en la práctica de yoga vía on line por Maximiliano Marc


Relajamos bien el cuerpo y centramos nuestra atención en el suave masaje que produce nuestra respiración sobre la zona abdominal. La respiración es suave y cómoda por nariz oxigenando las células de nuestro cuerpo. Imaginamos que con nuestra respiración vamos eliminando tensiones, contracturas, pensamientos negativos.

Recordando que "un pensamiento es sólo un impulso de energía al que le agregamos nuestras creencias, fruto de un condicionamiento anterior, al cual tratamos de aferrarnos. Cuando miramos nuestros pensamientos con una conciencia impersonal, estos desaparecen." Joko Beck





Para volver nuevamente a la conciencia del cuerpo, inhalar elevando el tronco, realizar suaves movimientos con las manos, brazos, cabeza y extender las piernas hacia adelante para activar la circulación.

Beneficios: aumenta la irrigación cerebral, favorece el buen funcionamiento de los órganos abdominales, estira la columna descomprimiendo los discos intervertebrales, descomprime el nervio ciático, relaja en forma profunda los músculos de la espalda. Disminuye el dolor de espalda y cuello cuando se hace con la cabeza y el torso apoyados. Estira suavemente las caderas, los muslos y los tobillos. Relaja el cerebro y ayuda a disminuir el estrés y cansancio.






Por lo general, no respiramos de manera consciente y completa hasta la parte posterior del torso.
Balasana (la postura del niño o de la hoja doblada) brinda una excelente oportunidad para hacerlo.
Imagina que cada inhalación está “encorvando como bóveda” la parte de atrás de tu tronco hacia el techo alargando y ensanchando la columna vertebral.
Después, con cada exhalación relaja el torso un poco más en la inclinación.

Precauciones

Diarrea.
Embarazo.
Lesión de rodilla.


Postura de la hoja plegada (variante)




Es buena para normalizar la circulación después de posturas de yoga de mayor intensidad como la vela, el arado, el saltamontes, el arco...

Relaja la columna vertebral. Se aconseja incorporarla después de una intensa o prolongada flexión hacia atrás.

Siéntate sobre los talones, con las rodillas juntas (puede realizarse con rodillas separadas y dedos de los pies juntos formando un triángulo), el tronco erguido y las palmas de las manos sobre los muslos. Inhalando, eleva los brazos estirados, hasta que estén verticales por encima de la cabeza. Exhalando, lleva el tronco lentamente hacia los muslos, manteniendo los brazos en línea recta con él, hasta que la frente y las manos lleguen al suelo. El abdomen y el pecho quedarán en contacto con los muslos.
Si lo prefieres, puedes llevar los brazos hacia atrás, dejándolos descansar en el suelo al lado de las piernas, las palmas de las manos quedarán hacia arriba y los hombros muy sueltos, vencidos hacia el suelo.




Las personas que sufren de problemas de rodillas, tobillos y caderas pueden tener inconvenientes al realizarla.


                                                  "Horizontalizar el mastil del ego, en postracion"

En la postura final, respira lenta y profundamente, en especial permite la atenta percepción del recorrido respiratorio en una plena respiración completa, relajando concientemente toda la espalda, los veteranos pueden recorrer mentalmente la columna vertebral durante algunas respiraciones o concentrarse en manipura chakra.




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