martes, 20 de diciembre de 2016

Drishti (visión o insight) el foco...





Hablar de atencion es hablar de energia y/o direccion de la energia. Estamos acostumbrados a llevar la atencion hacia fuera continuamente, es necesario para relacionarnos con los demas y realizar nuestras actividades cotidianas diarias. Al igual que es necesario llevar la atencion hacia fuera, es necesario reservar tiempo para focalizar la atencion hacia el interior, interiorizar. Mucha gente no sabe, no se da cuenta que ahi donde va su atencion ahi va su energia. El mundo esta lleno de posibilidades y estimulos, pero solo somos capaces de captar una minima parte, y esa parte es la porcion de realidad que focalizamos voluntaria o involuntariamente. De eso depende nuestra vision de las cosas, nuestra percepcion. Construimos nuestra realidad singular y particular subjetiva, en base a la parte focalizada. Entonces preguntate, donde estas focalizando tu atencion?

El Drishti (se traduce como "visión" o "insight") es el punto de atención o foco en el cual descansamos la mirada durante la realización de asanas y vinyasas, el lugar de enfoque que aplicamos al practicar, pero realmente tiene poco que ver con la mirada física. La verdadera "mirada" es la dirección interna.

La práctica de Drishti, entre otras cosas, purifica y estabiliza el funcionamiento de la mente, permite la no distracción con lo que nos rodea durante la práctica, dejamos descansar la vista en un punto mientras nos enfocamos en los aspectos internos y más sutiles de la práctica como son las bandhas y la respiración.




Cada asana tiene por lo menos un Drishti prescrito, los drishtis utilizados durante la práctica de ashtanga son nueve y se enumeran a continuación:

1. Nasagrai drishti ( punta de la nariz) este drishti está asociado a los nadis Ida y Pingala)
2. Broomadhya o Ajna chakra Drishti (entrecejo)
3. Padhayoragrai (dedo gordo de los pies) Padagra Drishti
4. Parsva Dristhi (hacia la derecha, por encima del hombro)
5. Parsva Drishti (hacia la izquierda por encima del hombro)
6. Nabi Chakra (ombligo)
7. Hastagrai (palma de la mano)
8. Angustha Ma Dyai (dedo pulgar de las manos)
9. Urdhva o Antara Drishti (mirada al cielo o hacia arriba en el espacio)


"Drsti significa foco de la mirada. En caso que el drishti indicado para el asana esté demasiado difícil, siempre se puede revertir a nasagra drishti (punta de la nariz). Con la práctica y el tiempo, el dristi correcto para cada postura será posible. Dristi mejora la concentración y lleva a la realización de su propio ser durante la práctica. Con la mirada enfocada en un punto durante la práctica, nosotros llegamos a estar presentes en la postura. Este enfoque y la presencia se puede servir en nuestra vida diaria" Sharath Jois



Practicar dristi hace que la mente deje de mirar alrededor, observar o jozgar, sino se enfoca y se ablanda. En el sistema de vinyasa yoga, drishti es uno de los componentes vitales para atraer prana (la energía) hacia adentro.




Un Dristi consiste en mantener la dirección de la mirada quieta en la práctica de asanas. La mirada debe ser suave, manteniendo los músculos que en ella intervienen relajados. Para que ello suceda se debe prestar atención a los músculos intervinientes en el asana sosteniendo la postura para no tensionar los que no son necesarios. Los dristhis tienen gran relevancia por ejemplo en los asanas de equilibrio, en los que son necesarios sostener la mirada en un punto que puede ser en el suelo o en el horizonte para buscar calmar la mente y concentrarnos en la respiración para mantener el equilibrio.



                                                                  Mark Robberds



No se olvide del drishti - la máxima de los yogis : "donde se dirige  nuestra atención fluyen las corrientes energéticas" es verdad tanto en términos de nuestro modo de movernos, como por la calidad de aquietamiento  de la mente. En Ashtanga tenemos 9 puntos de vista diferentes que ayudan a llevar el cuerpo a la alineación, así como evitar que la mente se distraiga por objetos externos. 

La mirada debe mantenerse suave, y la drishti interna se mantiene en el aliento y las sensaciones que se plantean en el cuerpo y la mente mientras está en la postura. Se dice que el bandhas va a ocurrir espontáneamente cuando el aliento, la postura y los drishti se juntan en lo que se conoce como trishstana



domingo, 18 de diciembre de 2016

Bhramarasana (postura de la abeja)

Bhramarasana (postura de la abeja).
esta postura otorga movilidad a la columna vertebral, hacia adelante. 





Beneficioso para lordosis lumbar y cervical. Flexibiliza la cadena posterior del cuerpo. Trabaja zona abdomen. Aumenta el estiramiento en los musculos posteriores y externos de las piernas. Favorece la irrigacion hacia los organos de la cabeza. Estimula estomago, pancreas e higado. 





Contraindicado para cifosis dorsal, acortamiento en la zona posterior del cuerpo, inflamacion de los organos de la zona pelvica y abdominal. Realizar con cuidado en caso de problemas en la zona lumbar, hernias de disco, lumbalgias, inflamacion del nervio ciatico.




La postura de la abeja o Bhramarasana (Bhramara  भ्रमर  en sánscrito significa abeja negra) flexibiliza la zona lumbar y cervical y permite el estiramiento de los músculos posteriores y externos de las piernas. Asimismo estimula estómago, páncreas e hígado y ayuda a irrigar la zona de la cabeza. Está contraindicada en caso de problemas en zona lumbar, lumbalgias, ciática y hernias discales.




Para practicarla (siempre tras un calentamiento previo) se colocan las plantas de los pies una pegada a la otra y se alejan los pies manteniendo las rodillas un poco flexionadas.  Tras una exhalación, se flexiona el cuerpo hacia adelante. Los codos deben quedar flexionados con las manos cerca de los pies.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Siembra semillas de Santosha - Secuencia Yoga Annie Carpenter




Sam del sánscrito significa "completo" o "totalmente" y
Tosha, "satisfacción", "contento", "aceptación"

Santosha significa "completamente contenido con" o "satisfecho con", "aceptando las propias circunstancias".

El término Santosha en su significado profundo va más allá de la aceptación. Es el espíritu del "testigo".

Un estado espiritual necesario para el optimismo y el esfuerzo para aceptar el cambio.
La alegría y aceptación de uno mismo, el entorno y las circunstancias que sean.

Patanjali habla de "un estado interior donde existe una mente alegre y satisfecha, independiente de su entorno"













jueves, 10 de noviembre de 2016

Sasangasana o postura del conejo (rabbit pose)



Sasa significa "conejo"

Sasangasana es una postura útil para practicar antes de las posturas invertidas o las prácticas de meditación.

Aumenta el flujo de sangre en la cara, cuello y cerebro, lo que permite a la mente calmarse y centrarse.

A partir de la postura del niño (Balasana) sostenerse sobre los talones con las manos y la frente hacia las rodillas afirmando la parte superior de la cabeza en el suelo.




Puede iniciarse sentada en Vajrasana  sobre los talones. Relaja los hombros, lleva el mentón al pecho y posa las manos sobre los muslos. Al expirar eleva las nalgas e inclínate hacia adelante hasta que la coronilla descanse sobre el suelo. Los muslos deben estar verticales.

Mueve las manos hacia atrás y agarra los talones o los tobillos, respirando uniformemente. Inspira y vuelve lentamente a Vajrasana. Evita elevarte en forma brusca ya que pueden producirse mareos.

Alternativamente, relájate en Balasana.






Inhale y levante caderas hacia el techo, realizar rollo en coronilla de la cabeza y presione la frente acercándola a las rodillas.

Realizar 4 a 8 respiraciones mientras sostiene la inmovilidad.

Exhalar al bajar lentamente y deslice nuevamente la frente a la posición inicial.

En esta postura es importante el agarre de las manos en los talones poniendo los pulgares por fuera.

Durante toda la postura la mayor parte del peso debe estar en las manos y los talones, no lo lleves a la cabeza y el cuello porque pueden lesionarse las cervicales. Es precisamente esta parte de la columna, la más alta, la que trabajas y estiras en esta postura, desde el  principio al final.







Comienza agarrando los talones, estira la columna hacia arriba y pega la barbilla al pecho mirándote el estómago. Exhala y baja lentamente, redondeando la espalda hasta que toques exactamente con la frente en las rodillas (automáticamente la coronilla toca el suelo). Tira fuerte de los talones y levanta las caderas bien arriba, exhalando y estirando los brazos por completo, hasta que los codos estén bloqueados. Si tu frente no queda pegada a las rodillas puedes caminar con las rodillas una a una hasta que toquen la frente, pero nunca levantes la cabeza del suelo para proteger las cervicales.

Permanece 20 segundos con la cadera arriba, los brazos estirados, ojos abiertos y garganta atragantada. Intenta respirar normalmente. Sales de la postura en sentido inverso al que la armaste: bajas las caderas y subes redondeando la espalda sin soltar talones en ningún momento. Sólo cuando estés arriba con la espalda completamente estirada se sueltan los talones.

Descansa en Savasana 20 segundos








Contraindicado si existen lesiones en rodillas, cuello o columna. Con hipertensión o problemas cardíacos abstenerse.






Conejo alarga la columna vertebral, estira la espalda, los brazos y los hombros. Estimula el sistema inmunológico y endócrino. Alivia la fatiga mental y refresca el cerebro. Beneficio a los senos. Rejuvenece el sistema nervioso y las glándulas tiroides y paratiroides. Calma resfriados y sinusitis. Mejora el insomnio, la diabetes y la depresión.







martes, 8 de noviembre de 2016

Yoga: "somos un sistema de sistemas"



Como capas de una infinita cebolla, anatomía y fisiología se contienen unos a otros, despliegan múltiples resonancias y metáforas en varios campos de lo corporal.

El concepto de cuerpo trasciende lo orgánico para abarcar aspectos afectivos, culturales, históricos, y enriquece la mirada biológica. Convoca implicancias de lo artístico, la diversidad de disciplinas del movimiento y diferentes abordajes expresivos y terapéuticos.

Estar vivos

"Una ameba unicelular, un rosal florecido, un elefante, ustedes, yo... todos los seres vivos “hacemos lo mismo”: somos una porción de materia envuelta en una membrana más o menos permeable; tenemos la posibilidad de incorporar ciertos elementos del ambiente y procesarlos; los utilizamos para recuperar energía, crecer, reproducirnos... Eliminamos los deshechos. Nos retraemos ante las agresiones, nos expandimos si las condiciones son óptimas... Las mayores diferencias consisten en el grado de complejidad de cada ser.

“La vida no sólo es compleja, sino que tiende a evolucionar hacia una mayor complejidad, atributo que parece ser fundamental para su continuidad;” nos dice Moshe Feldenkrais en su libro La dificultad de ver lo obvio. Así, los seres humanos, productos casi finales de la escala evolutiva, somos los más complicados. A nivel biológico, cada organismo vivo es en sí mismo un mundo de microorganismos. Y el humano lleva eso al colmo. Nuestro sistema nervioso, por ejemplo, cuenta con un número astronómico de células, y por eso mismo es capaz de una extraordinaria capacidad de resistencia y adaptación a los ambientes más diversos. 

Cada uno de los sistemas orgánicos que componen nuestro cuerpo tiene un altísimo grado de complejidad y actúa en forma coordinada con todos los demás, integrándose en una permanente interacción. Los sistemas nervioso y endócrino en conjunto, relacionados a través de la hipófisis (pueden denominarse sistema neuroendócrino) son los “directores de orquesta”.

[El hipotalamo es el director de orquesta, encargado de segregar adrenalina y cortisol, responsables de incrementar la presion sanguinea, la glucosa en sangre, la perdida de calcio en los huesos, la detencion de procesos normales de digestion, reproduccion o reparacion del organismo o debilitar el sistema inmunologico]

Los líquidos corporales (sangre arterial, sangre venosa, linfa) son sistemas de comunicación que llevan y traen en una incesante circulación las sustancias que todos producen y también las que eliminan. El corazón bombea para que la circulación no se detenga y el intercambio de sustancias se produzca hasta en los rincones más distantes. El aparato digestivo proporciona combustible que se “quemará” utilizando el oxígeno aportado por los pulmones; encargados también de devolver al exterior los gases resultantes de tal combustión. Otros residuos innecesarios o tóxicos, serán eliminados por el mismo aparato digestivo o por el urinario (después de atravesar el filtro de los riñones). La energía producida permitirá el crecimiento, la reproducción y el movimiento; este último está sobre todo a cargo del sistema óseo y el muscular (sistemas de sostén que se complementan con los tejidos conectivos -las fascias- y el sistema tegumentario).  En toda esta sinfonía resultan fundamentales las funciones de protección que también ejercen los tejidos tegumen­tarios (piel, mucosas, membranas..) y las barreras inmunológicas existentes, con características propias, en los diversos tejidos orgánicos.
Y pensar que en el principio fuimos un encuentro fortuito entre sólo dos células (óvulo y espermatozoide) con toda la información necesaria para convertirnos poco a poco en humanos. En el proceso de la gestación repetiremos, cada vez, paso a paso el proceso de evo­lución de las especies. Así pasaremos de ser seres unicelulares, a pluricelulares, gusanitos apenas inervados, renacuajos con esqueleto rudimentario... como dicen los biólogos: la ontogénesis repite la filogénesis." Julia Pomiés

"¿Es el psiquismo un sistema? Si tomamos como definición de sistema la idea de un todo organizado, articulado con una finalidad, y recordamos que los científicos hablan de sistemas que buscan su equilibrio, homeostáticos o funcionales, contestaremos que el psiquismo es aquel sistema cuya tarea es elaborar, transformar, las tensiones que la vida nos presenta. Sin el sistema psíquico quizá no existiría eso que los corporalistas llamamos, con propiedad, cuerpo. ¿Qué cuerpo podríamos vivenciar sin fantasías y sin palabras? ¿Cómo haríamos para diferenciar colores y sabores, cómo para valorar experiencias tan distintas como el placer o el dolor, que sería de nuestra vida sin recordar y sin imaginar?
Freud recurre al modelo de la ameba para sus primeras conceptualizaciones del aparato psíquico. Tal como un organismo unicelular, el “yo” intenta evitar lo penoso y acercarse a lo placentero; lo hace a través de un complejo aparato que funciona mediante la capacidad de representar. El sistema psíquico es el “encargado” de organizarnos la realidad, de representarnos el mundo externo, y de “inventarnos” relatos sobre nuestra vida y nuestra familia, mas  allá de nuestra historia biológica. Para poder recibir y organizar los estímulos procedentes del exterior, el aparato psíquico cuenta con un complejo sistema de filtros y pantallas de los mismos órganos de la percepción. Por otro lado, el incipiente psiquismo pone en marcha mecanismos (como desplazamiento y condensación), que, actuando sobre la red de representaciones, están al servicio de transformar en calidad aquello que se presenta como cantidad de energía o de excitación. Lo traumático será lo que el sistema psíquico no pueda procesar, imaginar, nombrar: lo “indigerible”, lo “inasimilable”.
La neurología nos aporta el esquema del arco reflejo, para explicar el recorrido de un estímulo desde el lugar en que es recibido hasta el lugar en que se descarga, como una respuesta motriz inmediata, automática; la finalidad es liberarse de ese malestar, esa tensión. Podemos pensar que  el funcionamiento del psiquismo está al servicio también, de aliviarnos de la angustia, la privación o el sufrimiento. Siguiendo una idea de J. Nasio, diremos que el trabajo del aparato psíquico puede ser entendido como una complejización del esquema del arco reflejo (ver gráficos). El objetivo es disminuir o descargar la tensión o la energía psíquica (libidinal) que circula en el interior del psiquismo. Si el “yo” cuenta con un conjunto de representaciones psíquicas rico, variado y múltiple, en continuo crecimiento, serán más elaboradas sus respuestas, más adecuadas sus funciones, mejores sus defensas.
Es preciso señalar que, para este sistema psíquico, los otros “aparatos” del organismo son también, al principio, parte de la realidad externa. Es bastante largo y trabajoso el camino para llegar a que el hambre, el frío, el dolor o la esperanza sean reconocidos como aspectos del propio ser. El cuerpo es un externo y un extraño al que lenta­men­te y, si todo va más o menos bien, vamos conociendo e integrando en una unidad psicosomática, configurando una imagen de nosotros mis­mos: la imagen corporal.
Las producciones del psiquismo, como los sueños, síntomas y la mayoría de nuestros actos, muchos de ellos inconscientes, obedecen a esta lógica donde se oponen placer/displacer, claro que, a veces, por caminos paradojales: si el ser humano, como la ameba, sólo quiere estar tran­quilo... ¿por qué inventa cosas como la guerra? ¿o las enormes ciudades? ¿o los exámenes? El sistema psíquico quizás, a diferencia de los otros sistemas corporales, trabaja de modo contradictorio, a veces inexplicable..." Mónica Groisman

Clínica de la tensión

"Esta búsqueda de la “no-tensión” tal vez sea  inalcanzable en la naturaleza de la experiencia humana. En realidad, lo que sostiene la vida son las distintas configuraciones entre la tensión y la relajación, la actividad y el descanso, entre el anhelo de calma y el deseo que impulsa. Las nuevas ideas en ciencia y filosofía recuperan las nociones de movimiento, fuerzas, enfrentamientos, conflictos.
La tensión es definida como el estado que producen fuerzas opuestas, contrarias;  también  como aquella fuerza que, inversamente, impide que un cuerpo se separe, se disgregue. Hablamos de tensiones “buenas”, útiles para el vivir, y otras excesivas, que impiden la fluidez, la flexibilidad de la vida. Si la tensión no existe, el riesgo es la desintegración. Si es demasiada, el movimiento queda congelado, bloqueado. Pienso la tensión como una noción psicosomática, que puede aparecer bajo la forma de una contractura, de una conducta, o de un conflicto. La transformación de la tensión remite a las ideas de trabajo psíquico y de pasaje de la cantidad a la calidad y sus diferentes vicisitudes. Así, la tensión surgida de la vulnerabilidad inicial del recién nacido, es la condición para la tarea de representación; es en este trabajo donde lo somático es no sólo erogeneizado, sino también imaginado, nombrado, simbolizado como cuerpo. Considero que el eje tensión-relajación es constitutivo de la corporeidad, ya que la vida moldea los distintos grados de tensión, y permite pensar criterios diagnósticos donde la salud y la enfermedad serán  manifestaciones de la capacidad de enfrentar las “tensiones de la vida”.
La clínica corporal articula un espacio donde juegan ciertos “imposibles”del cuerpo: “relajarse”, ”percibirse”, ”expresarse”, ”comunicarse”, serán propuestas con valor de oportunidad. Más que objetivos alcanzables, la actitud clínica considerará lo que surja como nuevo en el intento de...; lo más interesante no será el cuerpo relajado sino las dificultades de relajarse, la movilidad de los estilos de expresarse, los malentendidos de la comunicación; la clínica corporal no es sin-tensión, más bien transita entre la tensión y lo imposible. Es una clínica paradojal, como aquello contradictorio pero estructurante, que es necesario sostener, y no resolver.•


Los términos contractura, conflicto y nudo son formas diferentes de nombrar una realidad compleja; por consiguiente, formas diferentes de entenderla.
Contractura forma parte de la realidad de la medicina: “una respuesta involuntaria a una estimulación nerviosa excesiva”(3). Se habla aquí de lo fisicoquímico, de músculos, de nervios, de conducción de estímulos.
Conflicto es lo que el psicoanálisis entiende como lo que se produce “cuando en el sujeto se oponen exigencias internas contrarias. El conflicto puede ser manifiesto o latente pudiendo expresarse este último de un modo deformado y traducirse especialmente por la formación de síntomas, trastornos de la conducta, perturbaciones del carácter, etc.” (4)
Pero la realidad no es puramente fisica, ni exclusivamente psíquica, adquiere  sus diferentes nominaciones, valores y explicaciones según  nos esté  “atendiendo” un médico o un psicoanalista, por ejemplo.  La realidad será somática, psíquica o espiritual según el lugar desde donde la observemos y según qué relaciones establezcamos entre esos distintos ordenamientos del mundo.

En nuestra tarea buscamos un lenguaje que nos represente. Abordamos un campo de la realidad que incluye percepción e imaginación, lo físico y lo psíquico. Un nuevo lenguaje que escucha el “yo me siento...», con nuevos recursos para investigarlo.
Es así como el nudo es, al mismo tiempo: el dolor que molesta o impide el movimiento; el montículo diferente, duro, que palpo en el camino que va del cuello al hombro; la bronca y la sorpresa de que me pase esto “si hace sólo cuatro días que volví de las vacaciones»; el recuerdo de que “a papá le pasaba lo mismo»; el alivio que siento al descansar, al mover mis brazos como si fueran alas o como si, por fin, descargaran un golpe.

Nudos que se ven
Después de los ejercicios bioenergéticos suelo pedir a los participantes del trabajo que dibujen un cuerpo humano y ubiquen las zonas anudadas. Los dibujos sirven para verse, a modo de espejo, y para aprovechar la vivencia dándole otro soporte, otro lenguaje. La graficación permite aclarar percepciones, salir de la vivencia corporal apenas un paso, suficiente para comprenderla desde otro modo de expresión.
Después del trabajo grupal, cada uno volvió a su dibujo y lo completó con frases breves que le pusieron palabra a la imagen.
Dando una mirada a un conjunto de dibujos producidos vemos que, en algunos, los nudos se distribuyen por la periferia del cuerpo, mientras que en otros aparecen en zonas más internas: la columna, los órganos. Hay quienes marcan los nudos con el mismo color con el que dibujaron el cuerpo y quienes los destacan con un color diferente: no todos se sienten igual respecto de los nudos que cargan ( o que los acompañan). Aparecen dibujos enojados, que se pelean con el síntoma esto nos hablaría de aspectos egodistónicos de los trastornos corporales. Otros, en cambio, evidencian aspectos egosintónicos, se muestran complacientes, casi a gusto con los nudos, que aparecen armónicos en el conjunto de la imagen.
En algunos gráficos se ven muchos nudos. En otros, apenas uno o dos bien localizados y remarcados. Las zonas «privilegiadas» con un buen registro son: la espalda, el cuello, los hombros, la cintura. Casi no aparecen tensiones, marcas o nudos señalados en la cara, mandíbulas, ojos, cabeza... aunque, en un dibujo leemos que “tanta tensión me pone los pelos de punta”. La conciencia corporal y la estructura de las tensiones no es igual en toda la extensión del cuerpo.
Una misma consigna de graficación puede provocar respuestas muy diferentes. En todas se puede observar la conjunción de tres aspectos que enriquecen la definición de nudo.
a) El nudo como «señalador», un ente que indica la presencia de otra cosa. Si signo es todo aquello que está en lugar de otra cosa (Pierce, Eco), entonces podemos pensar en una “semiología” de lo corporal, que incluya y analice las diferentes formas de señales corporales: lo gestual, lo postural, las diferencias entre lo que se marca a nivel de lo muscular, de lo óseo o de lo orgánico-funcional. Es el cuerpo que se trae a la entrevista: un cuerpo con signos a descifrar.
b) El nudo como conjunto de representaciones, de imágenes, mundo de contenidos, de significados corporales, donde lo visual cobra preponderancia. Pienso en una «tópica» de lo corporal, un «mapa» que se extienda por el espacio subjetivo, con su relieve de sentidos particulares. Elina Matoso y Mario Buchbinder han avanzado en esta línea al conceptualizar un “mapa fantasmático corporal”. Una tópica atravesada por la palabra, e inseparable de los mecanismos de producción de todo discurso. Lo que mi cuerpo dice, lo que mi cuerpo muestra, es según lo que fue dicho de mi cuerpo.
c) El nudo como quiebre energético, como aquello que impide un libre fluir de la energía personal, un lugar de detención . Desde aquí  podríamos hablar de una «economía» de lo corporal, que daría cuenta de lo pulsional, lo que impulsa, la vitalidad, el movimiento o su falta; las fuerzas que aparecen en nuestro trabajo sin referentes representacionales: “hoy tuve ganas de llorar y no supe por qué”; “de repente, me quedé sin fuerzas”; “ me tiembla todo”.
Cuando, como terapeuta corporal, me enfrento a los nudos pienso en estos tres planos y trato de abordarlos integralmente, tal como el dolor de la vida los muestra.

¿Cómo vivir menos anudados? ¿Qué posibilidades hay de disminuir la tensión? Esa es, en última instancia, la preocupación central. Y los participantes de los grupos parecen sugerir tres modos de trabajo.
El primero es el relativo a las emociones. Los nudos quedan asociados a sentimientos no expresados. Emociones vinculadas con la agresividad, la bronca, el dolor, el miedo... son las que aparecen como fuente de la escalada: presión-tensión-nudo, cuando no puedo expresarlas (porque no las registro, o porque no se debe). El camino para desatar este nudo pasará por el desbloqueo de estas emociones y su expresión en un contexto adecuado.
Una segunda búsqueda estará relacionada con la idea de peso, carga, responsabilidades excesivas. La impotencia de no poder ser todo lo que se desearía o se debería. Los nudos aparecen como emblemas o “charreteras” donde puedo mostrar a los demás cierta imagen corporal vinculada al narcisismo.
Un tercer abordaje se relaciona con la demanda de amor, de contacto, la necesidad de obtener sostén y contención, que se expresa, no sólo a través de los nudos distribuidos en la superficie corporal (membrana de contacto), sino también, por ejemplo, en un dibujo con los brazos extendidos pero sin manos, mostrando a la vez el pedido y la dificultad de tocar, de llegar.
El nudo es parte de mi lenguaje de trabajo y tiene su lugar en la reflexión teórica que lo sustenta. Nudos, apoyos, elásticos, estar parados, tomar aire: hemos hecho, a través de los años, una re-semantización de muchas palabras, tratando de que ellas hablen de esta multiplicidad de conceptos que encontramos reunidos en el cuerpo. Lo representacional y lo energético. Hablo de esto cuando hablo de nudo, pero también cuando hablo del cuerpo entero en nuestro marco de trabajo. Partiendo de los nudos vuelvo al cuerpo como un campo de conocimientos que se va desarrollando allí donde las diferentes disciplinas parecen dejar «cabos sueltos”. En nuestra clínica vamos atando cabos para que, desde un lugar y otro, vaya surgiendo la trama de una historia corporal, es decir, una historia de vida.• Mónica Groisman





"Toda asana tiene tres partes: BRAHMA - entrar en la postura, aceptar. VISHNU - mantener, sostener y disfrutar la postura y SHIVA - salir de la postura, soltar."


El yoga nos da las llaves para inspirar el significado de lo mundano.
Una de las prácticas más simples es cultivar una pausa - una brecha conciente- entre inhalar y exhalar, entre estar de pie y arrastrar los brazos hacia arriba, entre un pensamiento y el siguiente.
En la pausa sentimos lo que es, y lo que estamos creando.

Te invito a hacer una pausa y preguntar: ¿qué estoy creando en este momento, en este ciclo de la vida?
Y luego preguntar: ¿cómo puedo cultivar un sentimiento de significación e intencionalidad? ¿cómo puedo elevar lo habitual al ritual, crear conciencia, maravilla y asombro?

Descansando en la brecha: la respiración como ritual.

Encuentra un espacio cómodo. Simplemente observa tu respiración durante unos cuantos ciclos. Sólo observa tu respiración, encontrarás que comienza a disminuir la velocidad. Después de unos minutos, observar más específicamente: siente el momento en que tu aliento "gira", cuando la inhalación se convierte en exhalación y la exhalación se convierte en inhalación. ¿cómo se siente? ¿se apresura? ¿es espasmódico o suave? ¿es fácil  o estás inquieto?

Invita y permite que todas las sensaciones y pensamientos, como la brecha entre las respiraciones, aumente gradualmente, incluyendo la ansiedad y la agitación, así como la calma y la facilidad.
Recuerda que no hay número mágico o premio por tener mas tiempo.
El regalo es el tiempo que te das a ti mismo para ser, la creciente capacidad de aceptar lo que sea que surja en tu propia mente y el cuerpo, y la capacidad de apreciar cada momento como viene y va.
Esta práctica simple puede ser tan corta como cinco minutos o el tiempo que deseas, practicado en cualquier momento y lugar. Así serás capaz de aceptar incluso las situaciones más difíciles y los pensamientos personales, darles la vuelta con paciencia y compasión.





"El Yoga, que tiene como objetivo preparar la mente y el cuerpo para el auto-conocimiento, a los ojos de muchos se convirtió en un tipo de gimnasia, así como "Pilates", lo que puede ser verdad, una buena opción, como el ejercicio, pero eso es muy poco delante de su mayor propósito. Sin la conexión con la tradición védica, la práctica de posturas de yoga o cualquier otra actividad no es un error, pero tal vez esté siendo infrautilizada, en otras palabras, incompleta. Si compramos un auto sólo para usar el maletero, no sería un desperdicio? La Danza, la gastronomía, los ejercicios y la música, todos esos campos en la tradición fueron diseñados para transformar la vida de una persona, sacar al individuo de su carrera tratando de alcanzar el primer lugar en el mundo, y dejar esa persona disponible para ti. La tradición es la belleza de todas estas actividades, sin ella todo se vuelve más una opción en el menu."

Jonas Masetti - extracto del artículo qué son los vedas?




martes, 1 de noviembre de 2016

Janu Sirsasana (postura de la cabeza a la rodilla)





Janu (en sánscrito significa "rodilla") y sirsa significa "cabeza"





Janu Sirsasana es una flexión hacia adelante donde la cabeza se inclina hacia la rodilla.



Desde Dandasana, con la columna recta hacia arriba, abra las piernas y doble la derecha hacia un lado presionando con la rodilla hacia el suelo y la planta del pie hacia la zona interna del muslo, lo más cerca de la ingle como sea posible. Inhale y levante ambos brazos hacia adelante y arriba junto a las orejas. Exhalando inclínese hacia adelante desde las caderas, manteniendo la espina dorsal extendida. Eche mano de su tobillo o el pie con ambas manos, sosteniendo cabeza y cuello en línea con el resto de la columna vertebral y lleve la cabeza hacia la rodilla. Sostener durante 30 segundos esta postura. Repetir con la otra pierna.


Un asana no tiene que ser "fotogénica" tiene que ser "organogénica"

La libertad del cuerpo físico entendida como flexibilidad, no es libertad en el cuerpo mental. Por tanto, no contemples las asanas sólo como posturas físicas. Las posturas permiten acceder a la mente y si has hecho bien el trabajo no hay problema de rigidez. Si has hecho lo que debes hacer en una postura, no tiene que haber diferencia porque hayas alcanzado con la frente la rodilla, la espinilla o el tobillo. Es absolutamente irrelevante. 

Los beneficios de cualquier asana se obtienen con una psicodinámica correcta: un estado mental adecuado, con una biodinámica y una fisiodinámica adecuadas. Es irrelevante si alcanzas el muslo, la rodilla, el tobillo o incluso el pie!






Beneficios

Janu Sirsasana es excelente para los órganos de la digestión, todos los órganos del abdomen, incluyendo hígado, bazo y riñones. Beneficioso para el sistema nervioso y el cerebro. Alivia la ansiedad, depresión leve, fatiga, migraña, malestares menstruales y dolor de cabeza. Las personas con presión alta y diabetes, insomnio y sinusitis consiguen aliviarse con la práctica de este asana.

                                                                            variante

Janu Sirsasana es una postura de tres variantes en que la cadera se abre formando diversos ángulos con los talones. Una pierna se encuentra extendida mientras la otra se dobla por la rodilla. Se toma el pie de adelante con ambas manos y se coloca la cabeza sobre la rodilla. Es una flexión profunda hacia adelante que estira con eficacia los laterales del torso. La respiración y el efecto de los bandhas aplicados en esta postura aumentan en gran proporción la percepción y volumen respiratorio. El calor y presión que ejerce el talón contra el perineo estimula la función del páncreas en los hombres y alivia también síntomas de la cistitis.

Otra variante puede ubicar el talón contra el perineo o bajo el ano para reforzar la conexión física con mula bandha. Este asana también tonifica el sistema reproductor, urinario y fortalece la articulación del tobillo.



"Cuando no hay un movimiento de aire apropiado en el cuerpo, montones de carne excesiva se acumularán en el cuerpo formando una barrera. Sin la apropiada ventilación, ¿cómo se volará el polvo? Sin agua, ¿cómo puede la tierra volverse blanda? Similarmente, en nuestros cuerpos, si queremos que la sangre circule y que el prana vayu
fluya adecuadamente y sin obstrucción, necesitamos primero remover los malos depósitos de carne (durmamsam) que aparecen como una pared. Solo el prana vayu tiene la capacidad y el poder para destruir completamente las excesivas bolas de carne que existen aquí y allá en el cuerpo. Esto no puede ser realizado con ninguna otra medicina.

El estómago es la única causa de una muerte extemporal. No hay otra razón. La morada de la muerte en el cuerpo es solamente el gran estómago y ningún otro lugar. Aunque deseemos una larga vida y buena salud, ¿por qué hacemos nuestros estómagos tan grandes y dejamos lugar para la muerte en ellos? ¿No es esto algo terrible? Por lo tanto, practicando janusirsasana siguiendo el krama con las correctas instrucciones, uno puede fundir el estómago, sin importar cuán grande sea. Definitivamente se puede creer que mientras el estómago reduzca de tamaño, la muerte morando en el se irá del cuerpo. No hay dudas sobre esto."

Yoga, su práctica y filosofía por Maximiliano Yoga

domingo, 30 de octubre de 2016

Purvattanasana (postura de la tabla hacia arriba)





Purvatanasana representa el opuesto de Paschimottanasana. 


Postura de Estiramiento Intenso del Frente del Cuerpo.



Esta postura fortalece los brazos, las muñecas y los tobillos, abre los hombros y expande completamente el pecho. Es una contra postura útil después de flexiones intensas. Purifica y fortalece el corazón, la columna y la cintura. Las mujeres embarazadas y menstruando sólo deben practicar la etapa inicial de la postura.




Preparación

Siéntate en Dandasana con las piernas extendidas al frente. Alarga la parte interna de las piernas y presiona los metatarsos de los dedos gordos hacia delante. Esto te ayudará a rotar los muslos uno hacia el otro; es una acción que necesitarás en la postura.

Mantén las manos aproximadamente al ancho de los hombros pero desplázalas unos 20 cm detrás de ti, de modo que tengas que inclinar el tronco hacia atrás para mantener el talón de las manos en el piso. Los dedos de las manos continúan apuntando hacia los pies.



Entrando en la postura – Etapa Inicial

Dobla las rodillas y mueve los pies a mitad de camino hacia las caderas, colocándolos paralelos entre sí y al ancho de las caderas. Ahora, presionando los pies y las manos en el piso, mueve el cóccix hacia tus rodillas mientras levantas las nalgas hacia el techo. Estira los brazos y levanta el pecho.







En esta etapa inicial de la postura trabaja para levantar tus caderas más que tus rodillas. Las nalgas deben presionar hacia arriba pero cuida de no apretarlas hacia dentro. Mientras mueves el cóccix profundamente dentro de la pelvis, mantén ambos pies paralelos, los bordes internos de los pies apoyados firmemente y los muslos paralelos. El sacro debe sentirse ancho y relajado, no angosto y contraído.

Para levantar y abrir el pecho debes estirar completamente los codos y elevar los bíceps. Rota hacia fuera la parte externa de los hombros mientras que presionas las escápulas hacia dentro de la espalda, manteniendo los hombros alejados de las orejas. Después de 30 segundos baja las nalgas al piso y regresa a Dandasana.




Postura Final

Una vez que sientas que tienes el entendimiento y la fuerza para levantar tanto las caderas como el pecho, entonces avanza hasta la postura final. Desde Dandasana sube otra vez a la etapa inicial pero ahora, manteniendo elevadas las caderas, estira primero una pierna y luego la otra. A la vez que estiras las piernas junta los pies y presiona los metatarsos de los dedos gordos en el piso, y alarga más la parte interna de las piernas mientras subes aún más las caderas. Es muy importante que los muslos roten hacia dentro y el sacro se mantenga ancho para que la columna vertebral pueda alargarse.

Para abrir más intensamente el pecho mueve el esternón en dirección a la barbilla, gira los hombros más hacia afuera y presiona más las escápulas dentro de la espalda. La acción es circular: las escápulas se mueven hacia abajo por la espalda y presionan hacia arriba, mientras que el pecho sube y el esternón se mueve hacia la barbilla. Después de 30 segundos baja lentamente las nalgas al piso y regresa a Dandasana.

Si encuentras difícil abrir el pecho, haz la postura primero con las manos apoyadas sobre bloques.

Si encuentras difícil extender tus pies lo suficiente para presionar los metatarsos en el piso, entonces repite la postura con un soporte para apoyar los metatarsos (una cobija plegada o un bloque sobre el tapete). Si no apoyas ni trabajas correctamente los pies, entonces es improbable que puedas levantar lo suficiente las caderas para alargar el frente del cuerpo completamente.

Puedes repetir la postura varia veces, y/o incrementar su duración para fortalecer y abrir más intensamente el frente del cuerpo.




sábado, 29 de octubre de 2016

Naturaleza Yoga





 "La verdad es una ilusión. La ilusión es una mentira. La mentira es una ficción. La ficción es una imaginación. La imaginación es una acción. La acción es acción. La acción no es no-acción."

D Mousine



"Intenta saber si dentro del cuerpo existe alguna entidad inmóvil y absolutamente estacionaria.
A continuación, incluso mientras sigues andando, empiezas a tener vislumbre de esta entidad estacionaria. Trata de descubrir si eres esta respiración o si hay algo tras ella observando también la respiración.
A continuación, puedes ver la respiración como algo separado y diferente de ti misma.
Y el que observa la respiración no puede ser la respiración, porque el respirar no puede observarse a sí mismo.

Luego intenta hacer lo mismo con los pensamientos. Descubre si los pensamientos que circulan por tu cerebro, eres tú. Te darás cuenta de algo: ¿cómo puede ser los pensamientos el que los observa?
Un pensamiento es incapaz de observar otro pensamiento. Ningún pensamiento ha visto nunca a otro.
El que ve los pensamientos, el testigo, está separado.

Y cuando llegas a ver que el cuerpo, los pensamientos, la respiración, andar, comer, el hambre, la sed, la felicidad y la infelicidad están separados de ti, entonces llegas a experimentar el significado de la frase de Krishna acerca de que este cuerpo es descartado como vestido usado y que se toma un nuevo cuerpo como si fuese un vestido nuevo.

Y una vez que lo has visto, ¿dónde estará la felicidad y el sufrimiento? Entonces para ti no habrá muerte al morir ni nacimiento al nacer. Lo que era sigue siendo. Sólo el vestido ha cambiado.

Osho, "Guerra y Paz interiores" pág 327

jueves, 6 de octubre de 2016

Al filo del abismo






Si tu cuerpo te pide más y tú no se lo das, estás haciendo una práctica poco ética.
Iyengar


"La práctica del Yoga es un tema que no presenta efecto rápido. La práctica es similar a escalar una montaña: vas, te encuentras en la meseta y permaneces allí por un tiempo y luego otra vez subes. 
Durante la práctica a menudo te encontrarás en esta meseta y, una vez en ella, piensas erróneamente: 
"Yo no puedo ir más lejos" y entonces dejas el camino.

Necesitas permanecer en esta meseta. No importa que no haya progreso, lo más importante - es no caer. Debes continuar con tu práctica, a pesar de que estás en una meseta y no hay avance. 


Entonces, de repente viene la inspiración, y comenzarás a subir de nuevo, y entonces puedes estar en la próxima meseta. A veces es una pequeña meseta y termina rápidamente, ya veces puede ser muy largo. 
En cualquier caso, debes seguir adelante ".

BKS Iyengar


Algunos versos de YOGANJALISARAM (texto de Krishnamacharya)

"Refléjate constantemente en el mensaje de Yogāñjalisāram,
habita en lo eterno mientras hagas tu āsana
regulando tu respiración a través de prānayāmā,
medita en la siempre compasiva morada del corazón.


Sabiendo que todos los objetos son efímeros,
no permitas que su contacto te ciegue.


Decide una y otra vez estar alerta
del yo mismo que es permanente.


Ríndete al yoga, porque
¿Dónde hay conflicto cuando la verdad se conoce?
¿Dónde está la enfermedad, cuando la mente es clara?
¿Dónde está la muerte cuando la respiración está controlada?


Existe la práctica del yoga
del cuerpo, mente y ātma
siempre provechosa, y da a cada uno
lo que busca, a través de la práctica.


Practica prānāyāma con atención.
Luego, cuando la respiración se vuelve larga y serena
la mente está lista para meditar.


Libera a tu cuerpo de sus impurezas,
Permite que tus palabras sean verdaderas y dulces
siente amistad por el mundo, y
con humildad busca el bienestar y el conocimiento."


El āsana hará el cuerpo ligero.
Prānāyāma fortalece al prāna.
Dhāranā purifica el intelecto.
La meditación purifica la mente.


Regula la respiración, sé feliz,
une la mente con el Supremo en tu corazón.


Este es el mensaje
del yogui Tirumala Krishna.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Sutras, amor y otras cicatrices (y un poco de vudú) de Frankesyoga III


Sutura y sutra comparten raíz, dice Deepak Chopra, y señalan acercamiento, unión. Yoga y yugo también son hermanos y ambos tienen que ver con hacer de varias tendencias, una. O sea que suturarse los fantasmas interiores, coserse las partes y funciones percibidas como diferentes de la propia mismidad, con la mayor armonía posible, es hacer yoga… o Frankensyoga.  

Escribe Roberto Rodríguez Nogueira ‘Yoga Pirata’

 

Deseo y miedo parecen ser cosas opuestas. No lo son. Son enfoques distintos. Ilusiones, fantasías, fantasmas diferentes del mismo ser. Encontrar la sutura que los une, la expresión secreta y exacta que los vincula aumentará tu consciencia del evento, liberará los fantasmas de su penar. Les permitirá ser lo que son, consciencia y la oportunidad de hacer lo correcto.

Ejemplo: enamorarse.

El intenso deseo de estar con una persona puede ser directamente proporcional al miedo que da sufrir la soledad. Si no se es consciente de ambos extremos, se desea a la persona equivocada. O seremos la persona equivocada. Y en cualquier caso desearemos, pensaremos y actuaremos equivocadamente.
Si no trabajamos y suturamos el miedo junto con el deseo; si no los unimos conscientemente lo mejor que nos sea posible, no estableceremos una relación armónica ni con nosotros mismos ni con nadie. Todo lo contrario, crearemos un laberinto de espejos donde buscando a otro, siempre acabaremos encontrándonos a nosotros mismos donde quiera que miremos, consiguiendo lo que tememos, es decir, estar solos por todas partes.

Seguro que has oído, así o de otra forma, que el mundo (o tu mente, o tu memoria) responde a la intensidad. Si deseas intensamente… ¡premio! Si temes tan intensamente que no quieres ni mirar… ¡el gordo!

Unir, suturar deseo y miedo. Una forma de practicar yoga, como lo es unir respiración y movimiento. Unir correctamente, expresar, suturar nos permite reconocer la sutura básica, la oración, el conjuro, el lema esencial de la vida: todo está conectado.
No puedes pensar correctamente con la emoción equivocada, y tu cuerpo expresará esa incoherencia perfecta e instantáneamente.

Hablando de lo que el cuerpo expresa…

Me gusta mucho lo poco que conozco del vudú. ¿Quién no se asusta ante la idea de ser poseído por un espíritu diferente de aquel que llama yo? Sin embargo el yo es un fantasma entre fantasmas. Y en el movimiento físico, lo mismo que en la danza de quien invoca, se revelan los fantasmas que lo cabalgan a uno.
No pueden esconderse tanto… ni quieren.

En el vudú el brujo es poseído, cabalgado por un ser superior. Por eso me agrada. Lo normal fuera del vudú es ser poseído por fantasmillas del tres al cuarto.
Fuera del éxtasis del vudú, en la vida diaria los fantasmas son invocados y fijados con un entrenamiento sostenido y tenaz del que nadie escapa. No con el atento ritual sagrado, sino con la persistencia habitual de lo cotidiano, de lo que se repite sin consciencia.
Los fantasmas se refuerzan con cada gesto, cada paso, con cada respiración en la que son ellos,  los sufrimientos temidos, los deseos no expresados, las cargas y culpas acumuladas como piedras… quienes realmente gesticulan, caminan y respiran, no el desgraciado huésped que se quiere creer un yo y en el fondo se sospecha montura de fantasmas.

Conjurar a los fantasmas, hallar el acertijo que los disuelve, el hechizo que los revela, la oración que los libera… el sutra. Siempre tengo presente que a  Patanjali se le llama serpiente y gramático, dos cualidades que también posee Hermes, Dios del lenguaje, el significado, la magia. Tal vez no hermanos, pero parientes cercanos, fijo que lo son.

Creo que los yogasutra, además de las revelaciones de Patanjali, han de ser reescritos por cada practicante de yoga. Uniendo respiración con movimiento, pensamiento con acción, culpa con redención, miedo con atrevimiento. Uniendo fantasma con significado y acción útil. Disolviendo posesiones fantasmales. Integrando movimientos coherentes.

 

lunes, 26 de septiembre de 2016

Yoga, voluntad sobre la materia



“Asana significa “postura”, situar el cuerpo como un todo, con la implicación mente y espiritu. Asana tiene dos facetas, posar y reposar. Posar es asumir artísticamente una posición. “Reposar en el posar” significa hallar la perfección de una postura y mantenerla, reflexionando en ella con la penetración de la inteligencia y con dedicación. Cuando el buscador está más cerca del espiritu, las asanas se realizan con extensión, reposo y equilibrio instantáneos.
Al principio se requiere esfuerzo para dominar las asanas. Dicho esfuerzo implica horas, días, meses, años e incluso vidas de trabajo. Cuando el esfuerzo forzado en un asana se convierte en esfuerzo sin forzar, entonces se ha dominado ese asana. De este modo, cada asana debe convertirse en no forzado."  Yogacharya B.K.S. Iyengar





"Igual que los códigos éticos del Yoga purifican nuestras acciones en el mundo, asana y pranayama purifican nuestro mundo interior. Utilizamos esas prácticas para aprender a soportar y superar los dolores y aflicciones inevitables de la vida. Las prácticas yóguicas nos enseñan hasta que punto puede nuestro cuerpo soportar el dolor y cuánta aflicción puede tolerar la mente. Como el dolor es inevitable, asana es un laboratorio en el que descubrimos cómo tolerar el dolor inevitable y cómo transformar el dolor que puede ser transformado. Las asanas nos ayudan a desarrollar tolerancia en el cuerpo y la mente para así poder soportar el estrés y la tensión con más facilidad. En otras palabras, el esfuerzo y sus dolores inevitables forman parte esencial de lo que las asanas nos enseñan. 
Por ejemplo, los estiramientos hacia atrás nos permiten ver el valor y la tenacidad de las personas. Las asanas de equilibrio sobre los brazos enseñan y cultivan la tolerancia. Si puedes adaptarte y equilibrarte en un mundo que está siempre en movimiento y es inestable, sabrás cómo tolerar el cambio y la diferencia permanente." 

Yogacharya B.K.S. Iyengar

Reflexionar y recordar. Recordar y reflexionar

- El yoga es práctico, no teórico.

- La cuestión es como entrenar la mente usando el cuerpo como un instrumento y como "silenciar"
el cuerpo después que la mente este entrenada

- Cada asana es tan importante como cualquier otra.

- Querer hacer esta, la otra y la siguiente postura es un síntoma de mente inquieta.
¿Por qué no mantenerse en la misma postura durante largo tiempo disfrutándola?

- Consolida lo que sabes. No hagas demasiadas posturas o no harás ninguna bien.



- Cuando la postura no es correcta uno se cansa. Por eso la gente se cansa cuando empieza a aprender yoga.

- Extensión es atención.




- La extensión crea espacio; el espacio crea libertad; la libertad crea precisión y la precisión es Dios

- No trates de hacer una postura.  Tratar es una excusa para no hacer. Cuando estas tratando, no estás haciendo.




- La garganta es un chakra, la rueda que purifica, si la garganta esta tensa, es una rueda impura.
Cuando aprendes a relajar la garganta, aprendes a relajar el cerebro porque hay una conexión entre
garganta cerebro.

- Si los ojos son duros, el cerebro está haciendo la postura, no el cuerpo.
Los ojos deben estar siempre relajados.

- Cuando un lado del cuerpo se comporta mejor que el otro, ese lado tiene que ser el gurú del otro.  

- La energía debe ser mantenida dentro del cuerpo. Si se escapa, significa que la postura no está bien hecha. Tan pronto como el cuerpo se pone letárgico, también lo hace la mente.

- En la práctica de asanas, lo más difícil es ajustar el cerebro.





- No existe yogui que diga que no debe existir ninguna tensión. Incluso los cadáveres tienen tensión.
Solo tienes que encontrar la tensión precisa y esto significa mantener la energía dentro del cuerpo.

- Cerebro relajado y cuerpo activo.

- Tanto el exceso de estiramiento como el estiramiento insuficiente no son buenos. Si algo se sobre estira
algo se encoge.

- Trata de comprender donde está el dinamismo en la postura estática. De lo contrario nunca sabrás que es
dinamismo.

- Debes ser introvertido cuando haces las posturas y extrovertido cuando enseñas.

- Tal como las perlas se unen por medio de un hilo, todos los miembros del cuerpo deben estar unidos por el hilo de la inteligencia.

- El ajuste visual es para la parte anterior del cuerpo; el ajuste con la conciencia es para la parte posterior.
Ambos ajustes deben estar perfectamente sincronizados.

- En pranayama los oídos son importantes, en asanas los ojos corrigen la postura.

- Si tu cuerpo te pide más y tú no se lo das, estás haciendo una práctica poco ética.

- Debes aprender a relajarte sin tener que acostarte sobre tu espalda.

Iyengar



lunes, 19 de septiembre de 2016

Principios del Frankesyoga

Frankesyoga y los fantasmas
de Roberto Rodriguez Noguiera "Yoga Pirata"




Vivo mi práctica y mis clases con la felicidad de un friki demente en el laboratorio del Jovencito Frankenstein. Aceptarlo por completo me ha llevado más de veinte años porque… veinte años después me he dado de bruces con aquello de lo que llevo escapando veinte años

La enseñanza que he obtenido, gritando en calzón raído con las barbas desaliñadas al chocar contra la picota de la que huí (gritando en calzón raído y con las barbas desaliñadas) es:
-Jo tío, ¡qué viaje!

No me importa haber llegado al mismo sitio porque, realmente: jo tío, ¡qué  viaje!

Esto me motiva, esto es lo que me inspira para seguir practicando y enseñando. El viaje. El experimento… Y  ahora, el retorno de mis fantasmas.
Mientras miro la picota, el yugo con el que se enjaeza al condenado, pienso en cuántos yugos, en cuántos cepos he confundido con el mío, con mi yoga, hasta volver al primero de la lista.

Es que no eres nada natural. No aprietes. Relaja.
Pero estírate. Tienes que llegar a los pies.
Tienes que apoyar las palmas en el suelo en la flexión de pie. Y no hagas fuerza. Relaja.
No te ablandes. Haz fuerza. Si no haces fuerza no te estiras.
Hay muchas maneras equivocadas y sólo una cierta de hacer una postura.
Hay tantas formas como individuos.
La falta de alineamiento conduce, irremediablemente, a las lesiones.
El exceso de alineamiento conduce, irremediablemente, a las lesiones.
La respiración, abdominal, simple y natural, es la respiración yóguica.
La respiración, si no es victoriana con bandas, con refajo y con libro de salmos sobre la coronilla, no es yóguica ni es ná.
La respiración… ¿Qué respiración? Con asana no hay que prestar tanta atención a la respiración. La respiración, simple y natural. Para eso está el pranayama.
¡Sirsasana, lo menos 10 minutos y hasta tres horas!

-Ah. Y Patanjali ya lo dijo.
-¿El qué?
-Lo que yo te diga que él dijo.
Y heme aquí en calzón corto, dejando de gritar de a poco, sabiendo que todos tienen razón (salvo el trastornao de sirsasana),  incluso los yoguis más rancios y aburridos con el yoga físico conservador, soporífero e infraexplicado (natural-relájate) del que llevo 20 años escapando… Lo que me hace gritar más.

Por eso desde hace años practico y enseño como en el laboratorio del Jovencito Frankenstein. No puedo evitar robar, cortar y pegar los cadáveres más frescos y apuestos e intentar llenarlos de vida…Una afición como otra cualquiera…

Cut up. Cortar y pegar. Como Burroughs.

Si fortalece sin forzar y hace reír, me vale. Sólo los fuertes mantienen la calma y el humor en la tormenta, en la vida, y no sólo sobre la alfombrita. Una clase de yoga tiene que ser un poco tormentosa ¡Vive!¡Está vivo!

Y sin duda, algo del yoga conservador, soporífero y frecuentemente poco y mal explicado (natural)… también resulta útil. A mí, algunas  veces, como descanso profundo y liberador.
A algunos les resulta útil siempre, como camino. No veo que se equivoquen si les funciona. No veo que me equivoque cuando me funciona.

Me equivocaba cuando creía que aquello era para mí, aunque mi intuición me decía que no. Y me volví a equivocar, con toda la ilusión y emoción, con el siguiente estilo, y con el siguiente…
Queriéndomelos creer todos hasta las cachas. Veinte años no es nada, qué febril la mirada…

He explorado esos espacios internos de insatisfacción, temor, dolor o duda creando y borrando el mapa mientras caminaba, aprendiendo a escuchar mi intuición, aprendiendo a reconocer lo que necesitaba, descubriendo que nunca he estado solo. Hay vida más allá del método en el que ya no puedes apoyarte. Hay vida más allá del miedo: ¡estás tú!

Doy por sentado que un practicante de yoga busca formar un espíritu crítico despierto y positivo. Un discernimiento agudo y sereno. Seguir un método, un culto, sin poner nunca nada en duda suele acabar en falsa comodidad o idolatría, en debilidad y estrés camuflado.
Saltar entre métodos puede provocar exactamente lo mismo.

Y por eso ambos caminos pueden funcionar, porque para eso está la práctica del yoga. Para descubrir nuestros espacios de falsa comodidad, idolatría y estrés camuflado. Nuestros fantasmas. Y esto es algo absolutamente personal.
El método o los métodos sirven como apoyos o espejos y cada uno debe elegir, con su mayor sinceridad, su relación con él.

Si un método que sirve para encontrarte a ti acaba separándote de él, es un buen método.

Encontrarse con uno es aceptar la compañía de sus fantasmas dejando de escapar de ellos. Ante mí, junto al yugo, los veo en fila, en calzón raído, con las barbas desaliñadas. Cada uno en su estilo. El castrense iyengarita que se me murió en un guerrero sin saberlo y ahí sigue, sosteniendo. El inquieto astanguita, despeñado en su último y emocionante salto a sentarse, siguiendo el orden perfecto, creyendo que su cuerpo ya estaba escrito y sólo tenía que avanzar pose a pose para encontrarlo. Mi natural sivananda, deprimido por no ser animal de fe, fallecido en sirsasana de aburrimiento y culpa. El clásico auténtico, D.E.P., muerto intentando morirse, intentando no sentir nada. El siempre amoroso, muerto de rabia contenida por no encontrarse dentro la tensión inhumana con la que la ocultaba.

Poco a poco nos vamos mirando. Nos sacudimos la ceniza blanca y nos atusamos las barbas. El sivandita muestra su inocencia infantil, el clásico su inagotable sed de aventura, el ashtanguita su elegante gracia animal, el iyengarita su incontenible pasión contenida. El amoroso la persistencia de su compasión. Son como niños.
Ahora todos somos útiles y bellos. Ellos están en su sitio en la luz, no en la sombra. Todos son útiles. Ahora yo estoy en mi sitio ¡Soy legión! ¡Santa compañía!
El yugo está vacío.
Siempre será imperfecto… Es viaje, no destino.  A fin de cuentas, lo único perfecto es la muerte.
O no… He sentido una colleja y un escalofrío ¡El espíritu de mi amado Iyengar acaba de guiñarme un ojo…!
-Jo tío, ¡qué viaje!

Si, como yo, decides hacerte un Frankensyoga o conocerte a ti mismo en plan bricolaje doméstico, tal vez este código deontológico o receta de laboratorio frankensyóguico pueda ayudarte. Procuraré presentárselo ordenadamente.

1- El cementerio está dentro de ti (con perdón)

No es preciso que agarres el capote, la pala, a Igor, y te vayas al camposanto más neblinoso y de lápidas más torcidas y decadentes a desenterrar al último ahorcado.

Los fantasmas no están fuera.

Cuando encuentras la practica meditativa ideal que te refleja perfectamente y es lo que habías estado buscando siempre, acabas de animar un trozo de tu Frankenstein interno. Has dado vida a una parte de ti que la esperaba pero no tenía energía espacio ni oxígeno para expresarse, así que aullaba en la oscuridad caminando a trompicones con los brazos rígidos, palpando las paredes.
Por ejemplo. Yo he sido y soy muy inquieto y movido. Me pasé varios años practicando un yoga basado en postura-descanso que me aportaba un importante bienestar… una de cada diez sesiones, normalmente cuando estaba lesionado o fatigado por practicar otras cosas donde sí que me movía. Las demás veces intentaba creer con abnegación y estoicismo que la abnegación y el estoicismo eran el camino hacia el Nirvana.

Entonces descubrí el ashtanga.

Era perfecto. No tenía tiempo ni espacio interno para pensar más que en lo que pasaba. Expresar todo el movimiento que llevaba dentro me liberaba de toda tensión. Las relajaciones eran sublimes.
Había animado una parte de mi Frankensyoga. Su corazón. Su movimiento. Algo que estaba en mí y penaba por no tener espacio, energía, oxígeno para expresarse. Ahí empecé un gran viaje con mapa en este sitio

2- Ten claro tu ideal. Tu guión. ¿Por qué estás en esto? ¿Por qué quieres conocerte?

Esto queda muy bien y todos lo decimos, pero en el fondo es mentira. En realidad es imposible tener un mapa previo perfecto (que le pregunten a Ulises por dónde se vuelve de Troya). Vas porque ya sabes que si no lo haces, el dolor permanecerá sin cambios, no porque sepas adónde y por dónde vas. Aunque debes intentarlo.

Frankensyoga es bricolaje inverso. Deconstrucción del sufrimiento, unificación de los fantasmas interiores. Las dinámicas, los procesos, los mapas, surgen con la práctica, con la intención. Que se hace camino al andar, vaya. No hay cartografías definitivas.
Uno puede creer que la prioridad es su ansiedad, o el dolor del cuello. Está ahí por eso, pero cuando se pone a trabajar y extiende ordenadamente los pedacitos de sí mismo en el laboratorio, se pone a coser y da el chispazo: ZASKA! El dolor de cuello o la ansiedad no están. Ha aparecido algo nuevo, inesperado. Ha aparecido vida.

O lo que es lo mismo, a uno le encanta lo que esta pasando, y puede ser que lo que esté pasando sea que está bocabajo, con la cabeza en el suelo y los pies en el aire, dando zapatetas en el aire como D. Quijote en su penitencia de enamorado. Una de esas cosas  que ni uno ni la literatura jamás ha calificado como de gusto. El mapa era para salir del dolor. El cómo se descubre saliendo.

Básicamente hay un motivo y solo uno para hacer yoga. Haces yoga para sacar del sótano a tu monstruo interno malcosido a pedazos. Papá, mamá, dios, dinero, premio, castigo… cada jirón con su discurso, sus emociones, sus temores y sus deseos, su mundo, su forma de respirar, de moverse y mover tu cuerpo, de dolerse… su vida. Su vida de fantasma.

Los fantasmas están dentro. Ya te lo dije.

Haces yoga para coser lo mejor posible, para unir de la mejor forma posible a ese (mogollón) que piensa dentro de ti tus pensamientos, para aceptarlo y quererlo, para dejar de justificar tus miedos y atreverte a cumplir tus sueños encarando ambos. Para permitirte descubrir cómo la compasión, que empieza dentro sin ser pena por uno mismo, es el pilar de la verdadera fuerza.

O sea, porque duele.

Claro que todo esto, tan complicado, puede aparecerse, manifestarse, poseerte como un dolor de espalda, algo mucho más simple, con menos discurso, y más puñetero.
-Y por que has decidido hacer yoga? -pregunta la profe a la alumna nueva.
-Porque me duele la espalda.
Sin embargo, para aliviar el dolor de espalda también está el pilates, hay escuelas de espalda, de nombre poco equívoco, gimnasias específicas, natación, ejercicios de rehabilitación, entrenadores personales, analgésicos, osteópatas…
La profesora sabe que la alumna vive una metáfora. Su espalda se ha hecho tan presente en su vida que la tiene delante todo el tiempo gracias al dolor y no puede mirar a otro lado. Necesita conocer aquello que va con ella siempre, aquello que ya no puede aguantar más carga. Aquello esencial que  ha dejado atrás y ahora ya no puede dejar de mirar. El ruido y la tensión de las cadenas arrastradas por los condenados fantasmas se ha hecho insoportable. Y necesita el yoga, aunque no sepa exactamente qué mapa está siguiendo para acabar ahí.
-Estás en el sitio adecuado -dirá la profe, que se acuerda perfectamente de que ella empezó también porque le dolía la espalda en el alma.

Hemos hablado de dolor, pero no existe sin su contraparte, el deseo. Si eliges el yoga conviene que asumas que tienes deseos de serenidad, ecuanimidad, sabiduría, tal vez de probadita, inmersión o incluso borrachera espiritual, puede que con experiencias bizarras como viajes astrales, sueños lúcidos, revelaciones, o simplemente encontrar un espacio interno donde los fantasmas no te duelan todo el tiempo. No sabes adónde te llevará, pero algo te dice que es por ahí.

No hay sufrimiento sin deseo, lo mismo que no hay fantasmas fuera. Verdades simples. Conviene conocerlos a ambos, lo que te duele y lo que deseas, porque, y de eso hablaremos otro día, en la tercera parte de esta peli de serie B, suelen ser la misma cosa vista desde lugares o en momentos diferentes. No servirá para trazar un mapa perfecto (ninguno lo es), pero te ayudará a comenzar a poner un pie delante del otro. A eso me refería con “ten claro tu guión”.

Recapitulando:
Asume la responsabilidad de conocerte y reconoce lo mismo tu sufrimiento que tus deseos. Conoce a tus fantasmas. Muévelos.
O: no escapes de tus monstruos. Es tu huida la que los hace así. El error del buen doctor F. fue asustarse y escapar horrorizado de su criatura, no fue error haberla creado. El error nunca es de la criatura.